miércoles, 5 de octubre de 2011

Hablar sin saber. Por José Antonio Vera

El problema de algunos políticos es que hablan por hablar y sin saber, con prejuicios adquiridos, de manera que se dedican un día tras otro a meter la pata sin sacar la otra, con el resultado más que lamentable de que al final ya no logran más que caer en el insulto o la maledicencia. A Elena Valenciano, por ejemplo, le vendría bien un cursillo acelerado de educación, para no incurrir en la grosería más de lo que en ella es habitual. Lo último de la portentosa segundona ha sido arremeter contra una emprendedora que cometió el pecado de salir el domingo con un roscón en la portada de La Razón. Piensa Valenciano que tal imagen traslada la idea de que la mujer española está ligada a la cocina, desconociendo que la joven de la foto, amén de licenciada arquitectura, montó por su cuenta primero una tienda de roscones y, tras el cierre de la misma debido a la crisis económica a la que tanto ha contribuido el PSOE, se dedicó a venderlos por Internet. María es arquitecta bilingüe, cocinera y emprendedora, y está más que orgullosa de ganarse la vida en este mundo de hombres vendiendo roscones. Un trabajo tan digno como el de política o telefonista, por mucho que a doña Valenciano le parezca que dedicarse a tal tarea es más propio de amas de casa oprimidas por el machismo que de licenciadas en arquitectura como María Navacués.

La Razón – Opinión

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