domingo, 2 de octubre de 2011

Felipe o El retorno del Jedi. Por Magdalena del Amo

La X del GAL irrumpe en la Conferencia del Partido Socialista en ayuda de la Y del Faisán, dispuesto a darlo todo y a sudar la camiseta, no durante los noventa minutos que dura un partido de fútbol, sino a lo largo de cuarenta y tantos días de precampaña, campaña y jornada de reflexión; no sé si pillan el matiz.

Las encuestas auguran una gran debacle, peor que la de Almunia, y los de Pablo Iglesias han empezado a ponerse la venda en la herida y a buscar un lugar seguro donde pasar el invierno nuclear que les espera. Pero no hay embajadas para todos, ni puestos de relieve en la ONU como el de la ignara y antivida Bibiana Aído, encasquetada a Bachelet desde el Gobierno de España, pero como diría el catalán: pagando, eh, pagando. Nada menos que 100 millones de euros nos cuesta a los españoles el puestecito de la nena del cacique de Alcalá de los Gazules, ahijada de Chaves, ese socialista que tiene una hija y un hijo que hacen cosas raras con eso de los dineros. De Bono se rumorea que aspira a ser Defensor del Pueblo o embajador en la Santa Sede. ¡Menudo disparate! El señor socialista de los pisos y la hípica, aunque haya contado con el favor de la Fiscalía, está moralmente inhabilitado. No hace falta tomar megadosis de Gingko Biloba para recordar que el que fuera cacique de Castilla-La Mancha durante veintiún años, al año de la llegada de Zapatero a La Moncloa, fue instigador de una denuncia falsa de agresión contra dos militantes del PP, que tras una persecución inmisericorde quedaron absueltos. ¿Y con estos antecedentes quiere ser defensor del pueblo? Lo del Vaticano sí que es para llorar. ¡Relativismo moral de libro!


Pero retorna el Jedi para mover a la masa socialista desencantada y apática. Llama a la movilización. “Nada de estar a la defensiva; a la ofensiva”, dijo. Y le recordó a la militancia cómo le habían dado un vuelco a las encuestas en el 93, “y en el 96 nos faltó un telediario”. Miedo me dan la X y la Y juntas, y no porque le haga ascos a las matemáticas. Me dan miedo porque Felipe González desmanteló el sistema judicial, instauró la cultura del pelotazo, expolió a los adversarios, hizo ricos a sus amigos y dejó más de 3.500.000 parados. Durante su mandato se practicó la corrupción a gran escala (Filesa) y se utilizaron los fondos reservados para practicar el terrorismo de Estado. Como consecuencia, algún ministro acabó en la cárcel, lo mismo que el secretario de Estado y otros mandos policiales. El director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, también acabó en prisión y aún estamos esperando que restituya lo robado.

Por si esto fuera poco, el Gobierno de Felipe-Rubalcaba, que era a la sazón, portavoz del Gobierno, vació las arcas del Estado y, cuando llegó el PP, tuvo que recurrir a un crédito para pagar las pensiones. Jaime Pita lo repitió la semana pasada en mi programa La Bitácora, y yo le propuse hacer octavillas y repartirlas en la calle para que no lo olvidemos. Sé que esto está ya archivado, pero la arenga de González nos ha hecho revolver los viejos papeles empolvados. Ahora, la historia se repite pero peor, y no es por la crisis financiera internacional aunque quieran camuflar en ella su error de gestión y haberla negado cuando ya era notorio.

No sé qué “argallarán”, como decimos en Galicia. Nada bueno. Al Partido Popular le esperan cuarenta y tantos días muy movidos y no puede permitirse ni desaciertos, ni resbalones, ni estrategias equivocadas. Tampoco una campaña guai, de buen rollito y de buenismo. Harían bien en interiorizar el lema de Felipe, que es perro viejo: “Nada de estar a la defensiva. A la ofensiva”. Hay mucho que decir, y las elecciones no están ganadas. Aún no.


Periodista Digital – Opinión

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