miércoles, 7 de septiembre de 2011

Vamos a crear empleo ¿pero cómo? Por Andrés Aberasturi

Y seguimos en el largo peregrinar de emisora en emisora, de plató en plató, de entrevista en entrevista para la vieja y querida prensa escrita. Ya se van perfilando los mensajes claramente y si por el lado del candidato Rubalcaba salen a relucir los ricos, por el del candidato Rajoy no se deja de hablar de los emprendedores; el PSOE habla de la motosierra del PP y el PP le contesta que para motosierra los cinco millones de parados. Y así.

Lo que no termino de entender son los conceptos exactos de todas estas cosas: no sé muy bien quienes son los ricos o cuando uno llega a esa categoría ni sé si me cruzo por la calle con un emprendedor o con un miserable chupatintas. No debe ser fácil distinguirlos a pie de obra porque siempre habrá un solo euro que separe al rico del que no lo es y una idea posiblemente brillante que nunca se hizo realidad vaya usted a saber por qué, privó al chupatintas de subir al escalón glorioso del emprendedor.


Pero lo que de verdad mosquea es la obsesión de unos y de otro por crear empleo. No es que no sea es objetivo el más importante de todos -tal vez el único para empezar a salir de este desastre-, sino que nadie explica la fórmula. Rubalcaba es fundamentalmente didáctico y gusta mucho preguntarse y responderse (para mí que estudió el catecismo del Ripalda); pues bien, afirma rotundo don Alfredo: "voy a sacar no sé cuántos millones a los ricos". E inmediatamente se pregunta él mismo: "¿Y saben a qué voy a de dedicar esos millones?" Pausa valorativa de forma que los oyentes estamos es ascuas. Don Alfredo se responde: "A crear empleo. A crear empleo". No me he equivocado, es que le gusta repetir las cosas un par de veces. Yo aplaudo entusiasmado en la cocina (que es donde oigo la entrevista) hasta que me asalta una duda: ¿Y cómo crea un gobierno empleo aun disponiendo de millones? Porque hasta donde yo sé el empleo, fundamentalmente, es cosa de la iniciativa privada en los regímenes que no son socialistas. Los gobierno lo que pueden hacer -y mal, como se ha demostrado- es crear empresas públicas ruinosas y subsidiar compromisos pero eso es un lastre y una contradicción cuando se ponen a la venta -por un gobierno socialista- AENA o las loterías que se apellida desde hace un millón de años "Nacionales". Que nos explique un día Rubalcaba cómo va a crear puestos de trabajo con los millones de los ricos.

El problema de la productividad y el empleo es que admiten toda clase de trampas: si yo tengo un restaurante y en lugar de hacer seis tortillas de patas hago doce, he aumentando considerablemente mi productividad. Y si en lugar de tener dos camareros, tengo uno para que abra la puerta, otro para que entregue la carta, dos para el agua y el vino y tres más para las comandas, he creado no sé cuantos puestos de trabajo. ¿Cuál es el problema? Que en todo el día solo he vendido una tortilla de patatas. Puedo seguir aumentando mi productividad y mi plantilla hasta el absurdo y la quiebra definitiva. Eso se hacia en los países comunistas donde, efectivamente, no había paro (ni libertad) pero sobraba frío y hambre. Cuando de jóvenes vimos esa realidad, se nos cayeron a la vez lágrimas de utopía y vendas de irrealidad.


Periodista Digital – Opinión

0 comentarios: