miércoles, 21 de septiembre de 2011

La mano de Rubalcaba. Por José Antonio Vera

Una maniobra a tiempo de Rubalcaba, a través de su amigo el juez Bermúdez, coloca al «caso Faisán» en un momento impreciso. La maniobra consiste en que el chivatazo a ETA deje de ser competencia de la Audiencia Nacional y pase a un juzgado de Irún. La cuestión no es baladí porque de una cosa u otra depende que el caso se considere mayor o menor. El envío a Irún equivale en realidad al carpetazo, y significará que habrá ganado Rubalcaba, con el inestimable apoyo de Bermúdez y de la Fiscalía, cuya escandalosa actuación ha ido encaminada a enterrar el caso, primero pidiendo su archivo y después argumentando que no hay delito porque no se puede determinar quién informó a ETA.
De suceder así, el ex ministro y candidato del PSOE habrá logrado su objetivo de estos últimos cinco años: que no le salpique el escándalo del chivatazo, quitándose de en medio al incómodo juez Ruz, que ha sostenido que tres mandos policiales incurrieron en colaboración con los terroristas.

Rubalcaba tiene la mano larga y estamos a punto de comprobar hasta dónde llega. Ahora pide que se respete la decisión de los jueces en este caso y en el de Bildu, pero no tiene reparo en criticar la resolución del TC sobre el Estatut. Lo que no sabemos es si su mano llega también a un colectivo como Anonymous, que dice tener en su poder comprometedores documentos sobre el «Faisán».


La Razón – Opinión

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