sábado, 24 de septiembre de 2011

PPC. De moratoria y oro. Por Maite Nolla

Por más que los nacionalistas hayan prohibido las corridas de toros pensando que son un símbolo español, los toros son un espectáculo y un negocio, y ya hubiéramos querido que a otros asuntos más importantes se les hubiera dedicado la mitad del tiempo..

Habrán oído ustedes que el PP va a pedir una moratoria para la inminente entrada en vigor de la ley que prohibirá las corridas de toros en Cataluña. En algunos medios han llegado a decir que poco menos que el PP iba a condicionar sus apoyos a CiU por este asunto. Realmente, lo que han dicho los dirigentes del PP es que van a pedir que se negocie demorar el cierre tres años más. Y yo no digo que sea mentira que lo vayan a pedir, pero que sepan ustedes que es la segunda vez que nos lo anuncian, con el resultado que es de ver. Antes del verano la presidenta del PP de Cataluña filtró a algunos medios que había conseguido condicionar el apoyo a los presupuestos de la Generalitat a que CiU retrasara la efectividad de la norma. Eso, traducido, simplemente quería decir que el PP había presentado en el Parlament una iniciativa para alargar el tercio hasta 2015. Pese a presumir de ser socios preferentes y confirmando las teorías que se decantan por afirmar que el apoyo del PP a CiU es gratis total o casi, los convergentes tiraron de sus primos de Esquerra y devolvieron la iniciativa al corral. En concreto, el 6 de julio de 2011; hace nada. Vamos, que si Sánchez-Camacho pinchó hace menos de dos meses, cuando PP y CiU estaban negociando la aprobación de los presupuestos y el reparto de alcaldías, no se me ocurre qué puede ofrecer el PP ahora. De hecho, el torero Serafín Marín, que el año pasado se tragó el anzuelo y hasta le brindó un toro a Alicia Sánchez-Camacho, ya ha dicho que el PP ha tirado la toalla y que a él no le venden la misma moto vieja dos veces. Pongo en su conocimiento esta información de servicio público porque a lo mejor alguno de los asistentes a la Monumental el domingo tiene la tentación de aplaudir a alguna política pensando que ha hecho algo por evitar que la Monumental se convierta en un macro Zara, en un Corte Inglés o en una sede de Unió.

De todas formas, por más que los nacionalistas hayan prohibido las corridas de toros pensando que son un símbolo español, los toros son un espectáculo y un negocio, y ya hubiéramos querido que a otros asuntos más importantes se les hubiera dedicado la mitad del tiempo y un tercio del apoyo. Simbologías aparte, hay prioridades más prioritarias. Y aunque el PP sea socio de CiU, no tiene ni poder ni diputados suficientes para apretar excesivamente las tuercas, pese a que ustedes puedan haber oído otra cosa. Ya sé que es de suponer –como pasa con el asunto de la lengua– que en el PP no están por prohibir los toros; otra cosa es que, como dice Serafín Marín, no hagan nada por evitarlo. Eso, al menos, les coloca en mejor posición que los socialistas, que se lavan las manos con el asunto de los toros, y están por ser más nacionalistas que nadie en la cuestión de la lengua. Y aunque la buena voluntad del PP se presuma, sólo Ciudadanos ha pedido en el Parlament la derogación de la ley. Y como todo eso es así, sólo se les pide que no nos engañen. Hoy por hoy, ni pueden, ni quieren, ni van a hacer nada.


Libertad Digital – Opinión

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