jueves, 22 de septiembre de 2011

Dando lecciones. Por Reyes Monforte

Muy mal tiene que estar la cosa para que todos insistan en dar lecciones a los que se suponen que deberían estar impartiéndolas. Los sindicatos cuentan de más (la asistencia) y les hablen de restas (los recortes) a los profesores, los políticos cuentan de menos y algún candidato incluso se atreve a dar lecciones de lo que debe hacerse cuando le hubiese resultado muy sencillo hacerlo él mismo cuando todavía estaba en el gobierno, es decir, hace dos días. Eso sí, los números les bailan a todos. Tendrían que volver a clase a ver si aprenden a contar, porque a cada uno le sale una cosa. Con las matemáticas en la mano, convendría fiarse más de las cuentas que sacan los sindicatos, expertos en estar al plato y a las tajadas, ya que solo hay que ver como suman las subvenciones que reciben del gobierno de turno que es el único momento en el que no protestan. Y lo peor es que con tanto ruido ambiente a los profesores no se les entiende nada. Si la ciudadanía estuviera en sus clases les diría: «Profesor, pues no lo entiendo». O se explican mal o no saben como explicarse, y ambas cosas son igual de malas.

Al final, los que sufren estas huelgas, politizadas o sindicalizadas, son los estudiantes, esos cuyos resultados académicos van a la baja en comparación con el rendimiento europeo. Así salen luego jueces que se politizan y miran a que partido tienen que obedecer para dictar una «sentencia justa», políticos que se creen con puñetas en las muñecas y mandan a hacer puñetas las resoluciones judiciales, funcionarios que chivan, filtran o se lían con llamadas telefónicas... este debe ser el camino.


La Razón – Opinión

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