lunes, 8 de agosto de 2011

Miedo a un lunes negro

El temor a que un dominó de pérdidas económicas se instale en las bolsas de todo el mundo toma fuerza. La caída ayer de la Bolsa de Tel Aviv –casi un 7 por ciento– y la de Dubái, casi un 4%, ha sido contemplada por los analistas como el inicio de un tsunami financiero que alcanzaría hoy a Europa y Estados Unidos.

Después de los acontecimientos de la pasada semana en la zona euro, con el hundimiento del bono italiano y el español a manos de los especuladores, la noticia de la rebaja de la deuda norteamericana por parte de la agencia de calificación Standard & Poor’s ha acabado por romperle los nervios a más de uno. Y no ha hecho más que empezar, ya que ayer mismo, S&P advirtió de la posibilidad de una segunda rebaja de la deuda soberana de EE UU en el futuro si empeoran las condiciones fiscales del país.Por todo ello, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo mantuvo ayer una conferencia telefónica. Sobre la mesa ésta la posibilidad de que el BCE compre bonos españoles e italianos hoy lunes para intentar reducir la presión de los mercados sobre la prima de riesgo ambos países, a lo que ayer se sumó la petición de Sarkozy y Merkel de que se cumplan «antes de finales de septiembre» los acuerdos de la UE de julio. Las conferencias telefónicas tuvieron también como protagonistas a los países del G7 y del G20, ante el temor de la apertura de las bolsas de Europa y EE UU. En esta situación, lo peor que puede suceder es que se repita la situación vivida la semana pasada, con un Banco Central Europeo que se movía en la ambigüedad y la duda a la hora de tomar medidas. Esa indecisión fue lo que dejó al euro al albur de los especuladores, que vieron la posibilidad de hacer dinero fácil ante la falta de un plan claro para plantarles cara por parte del BCE. Ayer, al parecer, el Consejo del BCE se encontraba igualmente dividido entre los partidarios y detractores de la compra de deuda italiana. Incluso quienes apoyan la adquisición de bonos están divididos entre los que exigirían al Gobierno italiano medidas adicionales de ajuste antes de la intervención y los que transigirían con esperar. De ahí el anuncio del viernes de Berlusconi de nuevas medidas de ajuste para el inmediato septiembre en un intento de animar a los indecisos. En un plano español, como hoy publica LA RAZÓN, y pese a que nuestro país tiene un panorama de liquidez más holgado que la república transalpina, son mayoría los que apuestan por tomar medidas de mayor calado. En este sentido, y tras los últimos acontecimientos, los encuestados exigen a los gobiernos europeos un mayor control sobre las llamadas agencias de rating y no dudan de que esos organismos son meras empresas, con sus propios intereses y clientes, a quienes se deben. En un plano político, los encuestados suspenden a los políticos europeos a la hora de hacer frente a la crisis y están seguros de que ésta empeorará. Quizá por eso una amplia mayoría apuesta por un adelanto electoral sobre el ya anunciado del 20 de noviembre. El país no puede perder unos meses preciosos para poner a punto un plan de choque ante el nuevo ejercicio, 2012, en el que España deberá desarrollar una cirugía fiscal y laboral de hierro para luchar contra el paro e instalarse en la senda del crecimiento.


La Razón - Editorial

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