miércoles, 10 de agosto de 2011

Mensaje realista

La Reserva Federal reconoce que la recuperación será lenta y sugiere más estímulos en septiembre.

La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) tenía ayer poco margen para actuar sobre las malas perspectivas de crecimiento económico. El Comité de Mercado Abierto decidió ayer mantener los tipos de interés en el rango objetivo entre el 0 y el 0,25%, y abrió la puerta a reanudar en septiembre una nueva ronda de estímulos monetarios (quantitative easing) con el fin incentivar el crecimiento económico y aumentar el empleo. La baja tasa de crecimiento y la incapacidad de la economía estadounidense para reducir el paro es la razón fundamental que explica el desplome de Wall Street durante la jornada del lunes y el contagio en cadena de las grandes Bolsas europeas. Es importante señalar que estas decisiones, en particular la sugerencia de nuevas facilidades monetarias, cuenta con oposición, minoritaria pero significativa, dentro de la Fed.

El mensaje de la Reserva Federal se distancia de algunos hábitos de la institución. Ben Bernanke, su presidente y buen conocedor de las causas de la Gran Depresión de 1929, sabe que la abundancia de liquidez es el marco necesario (complementado con otras medidas, desde luego) para salir del estancamiento económico. Pero el comunicado de la Fed pone fecha (mediados de 2013) al periodo de tipos "excepcionalmente bajos". Además, el análisis de la institución es muy pesimista. El crecimiento es "más lento de lo esperado", la situación laboral se ha deteriorado y el consumo no reacciona. Bernanke y sus colegas han tomado conciencia de la gravedad de la situación y también del conflicto político en Estados Unidos, que complica la corrección del estancamiento. De ahí esa discreta afirmación de que la Fed estudia las herramientas económicas que debe aplicar.


La economía mundial está cayendo velozmente en la contradicción que solo unos meses antes atenazaba a las economías del euro. Durante 2011 y probablemente durante el año próximo, Estados Unidos y Europa atravesarán por una etapa de bajo crecimiento; puesto que en Washington la extrema derecha republicana (liderada por el Tea Party) ha impuesto un ajuste presupuestario como contrapartida para aprobar un aumento del techo de la deuda y en Europa se aplican varios programas de austeridad y recorte de gasto para estabilizar la solvencia de la deuda, no hay margen de maniobra para estimular el crecimiento económico. El efecto probable de esta contradicción será una prolongación del estancamiento hasta al menos mediados de 2013.

Durante la última semana, las Bolsas han reaccionado con graves pérdidas ante esta desconcertante ola de ajustes presupuestarios. El tenedor de acciones requiere crecimiento y rentabilidad. Si las expectativas de negocio se arruinan, la Bolsa se hunde. La tendencia depresiva de la renta variable no acaba de disiparse, aunque las pérdidas del Ibex se moderaron ayer y varias Bolsas europeas cerraron con leves ganancias. En la fase actual de esta crisis, lo que es bueno para los compradores de deuda resulta tóxico para los accionistas.


El País - Editorial

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