jueves, 4 de agosto de 2011

España vende su futuro

Si "España ya no es dueña de su futuro" es porque nadie quiere hacerse cargo de ese futuro: Zapatero porque se va; Rubalcaba porque sabe que no lo va a alcanzar; Rajoy porque no quiere hacerse responsable de él hasta que sea presente.

Tras otra jornada de desplome en la bolsa y en la que la prima de riesgo de los bonos españoles ha vuelto a marcar un nuevo máximo histórico, no queremos restar un ápice de veracidad ni de dramatismo a la prensa internacional que asegura que "España ya no es dueña de su futuro". El problema, sin embargo, no es tanto esa falta de control sobre nuestro futuro como el persistente hecho de que nuestro Gobierno desde hace años y hasta el día de hoy se ha comportado y se sigue comportando como si no le importara nuestro provenir.

No hay una sola medida que, en caso de rescate o intervención exterior, los inversores o nuestros socios comunitarios nos obligaran a tomar en el futuro que no podamos tomar por nosotros mismos. El problema es que el Gobierno se ha negado y se sigue negando a ejecutarlas y, en menor medida que el principal partido de la oposición tampoco termina de anunciarlas para cuando, previsiblemente, forme Gobierno dentro de cuatro meses.


Ya podrá Zapatero suspender sus vacaciones; ya podrá el Rey pedir a los políticos que se "dejen de batallitas"; ya podrá el líder de la oposición echar una mano al Gobierno diciendo que España es "solvente" y no va a ser "rescatada". De nada servirá si Zapatero piensa seguir hasta noviembre como ha estado hasta ahora, sin trabajar en lo único que debe, que son las reformas estructurales que no ha emprendido y que él da por concluidas; o si los políticos no dan la batalla por reducir drásticamente y en todos los ámbitos un gasto público que nos aboca a un endeudamiento por el que cada vez tenemos que pagar más. Tampoco servirá de nada que el líder de la oposición calme a los inversores si no es anunciando ya las medidas, aunque sean duras e impopulares, que se han de tomar para revertir este proceso de caída libre de nuestra economía.

Si "España ya no es dueña de su futuro" es porque nadie quiere hacerse cargo de ese futuro: Zapatero porque se va; Rubalcaba porque sabe que no lo va a alcanzar; y Rajoy porque no quiere hacerse responsable de él hasta que sea presente.

En lugar de cultivar nuestro propio futuro, lo más que pretende este Gobierno en funciones es que sean nuestros socios los que articulen una respuesta conjunta frente a lo que denigra como "ataques especulativos"; una especie de rescate, sin que se note mucho y que, en lugar de forzar las reformas y la disciplina en el gasto, diluya entre todos los costes de nuestra propia irresponsabilidad.

El problema es que hasta para eso se ha mostrado incompetente nuestro Gobierno por culpa de su pésima política exterior. Zapatero se lamenta ahora por no ser capaz de concitar esa "respuesta europea" que tranquilice a los inversores, pero ¿qué pensaba si, en lugar de cultivar las relaciones con los países que cuentan en el panorama internacional, se ha dedicado a estrechar lazos con Marruecos, Cuba o Venezuela? Lo de la "alianza de las civilizaciones" servirá para despilfarrar dinero, pero no para que te lo presten. Y desde luego, con lo de la "fracasada" Merkel o, más recientemente, "irresponsable" Merkel, Zapatero no va a lograr que Alemania vea con mejores ojos maquillar nuestra irresponsabilidad con eurobonos o monetizando deuda.

En definitiva, que lo de "a largo plazo, todos muertos" ha dejado de ser una célebre excusa de un economista de funesta memoria para convertirse en divisa de nuestro Gobierno. No nos extrañemos, pues, de lo mucho que tenemos que pagar por la prima de riesgo.


Libertad Digital - Editorial

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