lunes, 4 de julio de 2011

El vuelo de Rubalcaba: el del águila o el de la codorniz. Por Antonio Casado

Quedamos en que la fecha de las próximas elecciones generales es una clave a la que sólo tienen acceso el PNV, por un lado, y el candidato socialista a la Moncloa, por otro, como condicionantes de la voluntad de Rodríguez Zapatero, el único habilitado para llevar la decisión al BOE con 54 días de antelación.

La complicidad del PSOE con el PNV se puso de manifiesto la semana pasada en las propuestas derivadas del debate sobre el estado de la Nación. Nos dice que a Zapatero no le faltará apoyo para superar las próximas “mociones de censura”. Básicamente, techo de gasto, reforma de las pensiones y Presupuestos Generales del Estado para 2012. “El PNV atenderá las iniciativas del Gobierno con la responsabilidad de siempre”, ha dicho el portavoz nacionalista, Josu Erkoreka.


Y en cuanto a Pérez Rubalcaba, el candidato socialista no tiene prisa. Necesita tiempo para diferenciarse de Zapatero y ser reconocido como el rival de Mariano Rajoy. Forjar su propia causa electoral, entre el cambio y la continuidad, como él ha dicho, va a ser muy complicado. “Hemos trabajado juntos pero somos distintos, naturalmente. Tampoco pienso hacer caso a los sociólogos que me dicen que me separe de ZP. No pienso buscar rupturas artificiales”, decía ayer Rubalcaba en el periódico adicto (El País), mientras que el periódico de acreditada aversión a su figura (El Mundo) afirma que el intento de desmarcarse de Zapatero es sencillamente “increíble”.
«El candidato socialista no tiene prisa. Necesita tiempo para diferenciarse de Zapatero y ser reconocido como el rival de Mariano Rajoy.»
Hacerlo creíble será su empeño. En su mano izquierda queda la tarea de diferenciarse de Zapatero. En su mano derecha, la de hacerse el encontradizo con Rajoy. “Esta vez la disputa no va a estar entre el PSOE y el PP. Los ciudadanos tendrán que elegir entre Rajoy y Rubalcaba”, dice el candidato socialista, pensando seguramente en la ventaja sobre el candidato del PP que le otorgan las encuestas de valoración de líderes, a diferencia de lo que ocurre con el cruce de las siglas, donde el PSOE aparece como una marca prácticamente desahuciada.

Elegido ya el modelo de mochila, queda el equipaje. Sus retos programáticos: redefinir la izquierda y ofrecer respuestas a los acampados del 15-M. Imprescindible conectar con los indignados, entre los que figuran los propios del “No nos falles” de 2004, y ofrecerles respuestas. Además, redefinir la Socialdemocracia y explicar en qué consiste ser de izquierdas a estas alturas del siglo XXI. Son las tareas de la Conferencia Política que el PSOE llevará a cabo en septiembre ¿Y todo esto con visión de futuro o sólo para minimizar daños? Es lo que se preguntan dentro y fuera de la pirámide socialista.

El propio Rubalcaba salía ayer al paso de quienes le auguran el vuelo corto y apresurado de una codorniz: “Mi proyecto político es de largo recorrido y tiene vocación de continuidad para toda la Legislatura” ¿El vuelo del águila? Por los manuales sabemos que es el ave de mayor longevidad de su especie, aunque en una avanzada etapa ha de acometer un doloroso proceso de renovación que le dará 30 años más de vida, una vez que le vuelve a crecer el pico después de habérselo arrancado a golpes contra las rocas.


El Confidencial - Opinión

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