viernes, 1 de julio de 2011

El futuro contra el pasado

Mientras el PP apuesta por el futuro, Rodríguez Zapatero solo es capaz de hacer gestos al pasado, a veces con un toque irremediable de melancolía.

EL debate sobre el estado de la Nación y las propuestas planteadas por los diversos grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados han confirmado la evidencia: el Gobierno está políticamente agotado y pretende sobrevivir algún tiempo a base de concesiones a los nacionalistas por razones exclusivamente partidistas. Mientras tanto, Rubalcaba maniobra con el objetivo de salvar los restos del naufragio y parece dispuesto —aunque diga lo contrario— a salir pronto del Ejecutivo para evitar un mayor desgaste. Rodríguez Zapatero se despide a medias con alguna propuesta de última hora y varios guiños a los «indignados», por si acaso pudiera sacar algún provecho de la confusión. Aunque consiga sobrevivir con respiración asistida, la legislatura ya no da más de sí y resulta imprescindible la convocatoria cuanto antes de elecciones generales. Además, han quedado en entredicho los argumentos que el PSOE repite, cada vez con menos convicción, para criticar a Mariano Rajoy. En efecto, el PP tiene un programa coherente y eficaz para salir de la crisis y sus propuestas no dejan entrever esa supuesta «agenda oculta» llena de recortes sociales para desmantelar el sistema de bienestar.

Las propuestas del grupo popular tras el debate del Congreso incluyen medidas de apoyo a las familias, al sector de la vivienda y a las pymes, en un marco general de reducción de la carga tributaria y austeridad en el gasto público. Aprobadas o rechazadas por la frágil mayoría actual, estas medidas desmienten el discurso socialista y reflejan que los populares han trabajado con rigor para presentar una verdadera alternativa. Volver a la deducción por adquisición de vivienda habitual, reducir el IVA para el turismo o el impuesto de sociedades para las pymes, bonificar fiscalmente los contratos laborales y apoyar a los emprendedores son planteamientos muy positivos para que aparezcan de verdad esos «brotes verdes» que el Gobierno anuncia siempre, pero que nunca llegan. Lo mismo cabe decir respecto de la reforma laboral acompañada de menores costes en las cotizaciones a la Seguridad Social, especialmente para fomentar el empleo juvenil. Así pues, mientras el PP apuesta por el futuro, Rodríguez Zapatero solo es capaz de hacer gestos al pasado, a veces con un toque irremediable de melancolía.

ABC - Editorial

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