jueves, 30 de junio de 2011

El todo-a-cien de ZP cierra por falta de stock. Por Federico Queveo

Esto se ha acabado. Adiós, muy buenas. Punto y final. Van a quedar dos o tres meses escoba para tocarle un poco más las pelotas al personal, pero la conclusión del #DEN2011 es que esto ha tocado a su fin y que habrá elecciones a la vuelta de verano porque la cosa ya no da más de sí y al dueño de la tienda de ideas se le ha acabado el stock.

¿Se imaginan un chino-todo-a-cien al que se le agotaran las existencias de pelotas de playa y gafas de sol marca Dray Ban? Tendría que cerrar, aunque es verdad que los chinos son el único negocio de este país que nunca cierra, pero como Zapatero no es más que un aprendiz en la venta de ideas todo-a-cien, en cuanto se le ha acabado el stock no ha tenido más remedio que echar el cierre, que ponerle el candado a la fábrica a la espera de que venga el nuevo administrador elegido por los accionistas que somos todos los españoles.


Esta ha sido la doble legislatura de las ideas, malas casi todas -el casi es por no parecer demasiado exigente-, y casi todas inútiles y de corto recorrido. Zapatero gobernó a base de ocurrencias hasta mayo del año pasado, cuando sonó varias veces el teléfono de su despacho y, primero Merkel, luego Sarkozy y, finalmente, Obama, le dijeron aquello de “oye, chaval, esto no puede seguir así porque lo que tienes entre manos es un juguete demasiado peligroso como para que pongas en riesgo la estabilidad económica mundial”. Y no le quedó más remedio que ponerse a gobernar. Es verdad que lo hizo, a medias, como casi todo lo que ha hecho, pero después de seis años de coña marinera y viva la madre que nos parió, llegaron doce meses de gestión y de digestión de la realidad. Tarde, claro.
«Atrás quedaron los momentos de chulería barata, aquellas presunciones comparativas según las cuales Berlusconi y Sarkozy se corroían de envidia al mirar a España, a ‘su’ España, y tocó bajarse del guindo y poner los pies en el suelo.»
Atrás quedaron los momentos de chulería barata, aquellas presunciones comparativas según las cuales Berlusconi y Sarkozy se corroían de envidia al mirar a España, a ‘su’ España, y tocó bajarse del guindo y poner los pies en el suelo, aunque declarativamente nuestro querido Zapatero siguiera en las nubes y haya seguido hasta el último momento.

En el fondo, le vamos a echar de menos, a él y a los que como él han buscado su fuente de inspiración en la fraseología de calendario, porque ya no escucharemos esas grandes aportaciones a los diccionarios de citas como aquellas de “la tierra no es de nadie, es del viento”, o “en los próximos meses vamos a asistir a una conjunción planetaria espectacular” que tan famosa a hecho a Leire Pajín a un lado y al otro del Atlántico. Es más, creo que cuando deje el Gobierno ya tiene una oferta sobre la mesa de Hugo Chávez para protagonizar una sección de frases estúpidas en su programa Alo Presidente.

Las verdades de Rosa Díez

Ayer, segunda sesión del #DEN2011, tocó llorera colectiva, besos y abrazos y simplezas varias, mención especial para la canaria Ana María Oramás cuyo edulcorado discurso provocó el sonrojo de la mayoría de la Cámara por la inmensidad de las chorradas que le dedicó al presidente al que solo le faltó ofrecerle un fin de semana juntos en Bahía Sol Tenerife para olvidar las penas.

No sé que hubiera pensado Sonsoles, la verdad… Menos mal que ahí estuvo presta Rosa Díez para ponernos a todos de nuevo ante la verdad de la buena, o sea, que éste ha sido el peor presidente de la democracia y que menos mal que se ha despedido… Ahora solo falta que se vaya, de una vez por todas, y nos deje en paz que buena falta nos hace. Dicen aquellos que, como él, son optimistas antropológicos, que dentro de unos años la historia le hará justicia… Yo, la verdad, creo que la Historia está deseando olvidarlo, por siempre jamás, amén.


El Confidencial - Opinión

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