viernes, 27 de mayo de 2011

Un partido a la deriva. Por José María Carrascal

Rubalcaba o Chacón, ¿qué más da? Son criaturas de Zapatero. Han colaborado en su política. ¿Quién va a confiar en ellos?

¿QUÉ fue antes, el huevo o la gallina? ¿Qué celebrar antes, el congreso federal o las primarias? El PSOE está perdiendo el tiempo, las energías y el poco prestigio que le queda en tal acertijo. Sin querer darse cuenta, como los boxeadores sonados, de que se trata de la misma cosa: cómo librarse de Zapatero. En un congreso, le desposeerían de su cargo de secretario general, en unas primarias, elegirían al hombre o mujer que le sustituiría. En cualquiera de los dos casos, quitárselo de encima. ¡Quién iba a decírselo a él, que acaba de firmar lo que puede ser el broche de oro de su labor legislativa: la muerte sin dolor! Aparte del hecho de que Zapatero está ya políticamente muerto.

Pero si el PSOE cree resolver sus problemas con el anuncio de Carme Chacón de no presentarse a las primarias, se equivoca más que de costumbre. Congreso o primarias, Rubalcaba o Chacón, ¿qué más da? Tanto el vicepresidente Primero con la ministra de Defensa son criaturas de Zapatero. Han colaborado en su política suicida, no vieron que nos llevaba al desastre, y si lo vieron, no han tenido la entereza de oponerse o de dimitir. Es más, oigan a la autosacrificada: «Me pongo a disposición del próximo candidato socialista». Nunca se ha hecho una oferta de aceptar el segundo puesto en el ticket tan plúmbeamente. ¿Cómo va a confiar en ellos el pueblo español? ¿Cómo van a representar la renovación que necesita su partido? ¿Cómo van a ejercer el liderato que necesita España? No hay más que verles y oírles para darse cuenta de que son ya tan pasado como su jefe. Mejor dicho: no hace falta verles ni oírles, pues desde el batacazo del domingo, tanto Rubalcaba como Chacón están tan ansiosos de aparecer políticamente correctos que no transmiten nada, como figuras de un museo de cera.


Y ahora, vamos a dejarnos de funambulismos y hablar de la realidad. Vean lo que publicaba ayer el New York Times: «Una suspensión de pagos griega puede desencadenar una reacción en cadena que alcance a otros países mayores, como España, lo que causaría una catástrofe económica global. De ocurrir una quiebra española, ni un solo banco del mundo dejaría de estar afectado. Los bancos norteamericanos tienen invertidos 187.000 millones de dólares en España según los últimos datos. Y lo que advierte la OCDE: España tardará 15 años en recuperar el nivel de empleo anterior a la crisis.

Esto es lo que se dice fuera. Dentro, nos queda todavía el lamentable espectáculo de oír a la progresía: «Yo sostuve siempre que Zapatero se equivocaba», «se veía que iba derecho a estrellarse», «está agotado» y cosas por el estilo. Empiezan ya a decirlo en radios, periódicos y televisiones. Eran los mismos que hasta el domingo nos llamaban antipatriotas a quienes veníamos advirtiéndolo. Aunque no hay que tomárselo a mal: caen chuzos y buscan conservar su puesto bajo el PP. Puede incluso que algunos lo conserven.


ABC - Opinión

0 comentarios: