jueves, 10 de marzo de 2011

Zapatero molesta al PSOE

La cancelación del mitin de Vistalegre certifica el estado terminal del mandato político de Rodríguez Zapatero.

SOLO algunos dirigentes del PSOE están intentando vanamente que la suspensión del acto de precampaña en Vistalegre no sea percibida como una muestra de la crisis interna de autoridad que sufre Rodríguez Zapatero, pero ningún argumento de los esgrimidos es convincente: ni el coste económico ni la reprogramación de la campaña para las elecciones de mayo. Vistalegre ha sido un lugar significativo para Zapatero y su partido, y esta suspensión solo puede obedecer a la decadencia política del presidente del Gobierno, correlativa a la corriente crítica que crece en el PSOE contra su continuidad como candidato en las generales de 2012. Por el contrario, la cancelación del mitin es coherente con la situación de incertidumbre que Zapatero ha provocado, con enormes dosis de frivolidad, en torno a su futuro, precipitando la apertura de dos dinámicas muy negativas para él. Por un lado, la carrera sucesoria, en la que ya se están retratando algunos candidatos y, con ellos, las bases de unas primarias que no serán de trámite; por otro, el señalamiento a Rodríguez Zapatero como causa de la derrota socialista que se prevé en los comicios de mayo. La suma de estos factores es concluyente: Zapatero ha perdido la autoridad y el control sobre su partido. Cuando a un dirigente, siendo además presidente del Gobierno, desde su partido le urgen a despejar sus incógnitas y le recuerdan que solo es libre para decidir que no se presenta, pero que la decisión de presentarse es del PSOE, el partido está preparando un cambio de candidato. El PSOE quiere que se vaya antes del 22 de mayo para que solo haya una derrota electoral y no una debacle. Si Zapatero esperaba un clamor por su permanencia, ya tiene la respuesta.

Muy expresiva de esta situación es la convicción mostrada por el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, de que habrá elecciones generales anticipadas. Ya ni el socio preferente de Rodríguez Zapatero cree en él, pese a que un anticipo electoral puede suponer la mayoría absoluta del PP de ambas Cámaras, lo que no es, precisamente, un escenario deseado por los nacionalistas vascos y catalanes, responsables de la prolongación artificial de esta legislatura. La cancelación del mitin de Vistalegre certifica el estado terminal del mandato político de Rodríguez Zapatero, al que los barones socialistas no quieren en sus campañas locales y al que estos harán pagar sus derrotas el 22 de mayo.


ABC - Editorial

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