martes, 1 de marzo de 2011

¿A dónde irán los petrodólares qataríes?

Valiéndose de su condición de primer ministro del Gobierno de España está ejerciendo de algo parecido a un representante de comercio de sus empresas afines. El clásico capitalismo de amigotes al que el "rojo" Zapatero y los suyos son tan aficionados.

La gira de Zapatero por Oriente Medio ya tiene su titular para que los terminales mediáticos del Gobierno puedan saciar su hambre de buenas noticias. El emirato de Qatar, a través de sus fondos soberanos, invertirá 3.000 millones de euros en España. Una buena parte de esa cantidad, en torno al 10% de la misma, irá dirigida a la recapitalización de las cajas de ahorros, paso imprescindible para que éstas se conviertan en bancos tal y como ha ordenado el Gobierno antes de 2012.

El resto del capital se inyectará en otros sectores a cambio, naturalmente, de participaciones en las empresas que el emir Ben Jalifa Al Thani señale como objetivo preferente. No se conoce aún quiénes serán los afortunados que podrán contar con capital qatarí aunque el presidente del Gobierno ha adelantado que los petrodólares irán destinados a empresas "poderosas" de las telecomunicaciones y la energía.


De lo segundo cabía esperar algo. No es la primera vez que el Gobierno se involucra personalmente para cabildear a favor de la industria renovable española. Ya lo hizo Sebastián hace dos años en Estados Unidos, donde trató de colocar el insostenible modelo renovable español, basado en primas abusivas y apoyo político declarado, algo con lo que no cuentan otros métodos de generación eléctrica. No hay que olvidar que ciertos empresarios del ramo son muy cercanos a Zapatero, tanto que de ellos se ha dicho que son "brujos visitadores de la Moncloa".

Antes de partir hacia los Emiratos Árabes Unidos, la agenda de Zapatero ya tiene incluido el compromiso renovable. No deja de resultar chocante que, en una región del globo que vive de exportar petróleo, la industria española que el Gobierno postula como captadora de inversiones –apaño político mediante– sea, precisamente, la que presume de ser una alternativa a los combustibles fósiles. Un sinsentido más que hay sumar a nuestro antieconómico e hipersubvencionado complejo climático-industrial.

Las inversiones hacia el sector de las telecomunicaciones hacen pensar en lo peor. La única empresa española de este ámbito afincada en el golfo Pérsico es Mediapro, que mantiene una numerosa plantilla en Qatar, desde donde realiza eventos deportivos como el pasado Mundial Sudáfrica 2010. Las dificultades que atraviesa el imperio mediático de Jaume Roures, otro impenitente visitador de la Moncloa, son de sobra conocidas. Podría ser que, al final, la gira emiratí de Zapatero haya que entenderla más en clave privada que pública. Valiéndose de su condición de primer ministro del Gobierno de España está ejerciendo de algo parecido a un representante de comercio de sus empresas afines. El clásico capitalismo de amigotes al que el "rojo" Zapatero y los suyos son tan aficionados.


Libertad Digital - Editorial

0 comentarios: