miércoles, 23 de febrero de 2011

Gadafi, ese amigo... Por Ramón Pérez-Maura

Debería preocuparnos el apoyo que el régimen de Gadafi ha recibido hasta la fecha desde Occidente.

El iluminado disfrazado de conejo que ayer se dirigió a los libios y al mundo entero desde el balcón de la casa bombardeada por Estados Unidos el 15 de abril de 1986 para anunciar a gritos que morirá allí como un mártir ha cosechado muchos enemigos en las últimas horas.

Éste es el que ostentó hasta 2001 el título de comandante en jefe del terrorismo árabe. Las bombas en la discoteca de Berlín o el avión de la Pan-Am sobre Lockerbie deberían bastar para justificar tan poco honorable título. Y este tipo de iluminados son los que, como él ayer, acusan a quienes se les rebelan de ser «drogadictos» y «borrachos». Cree el ladrón que todos son de su condición.

Pero lo que más debería preocuparnos es el apoyo que su régimen ha recibido hasta la fecha desde Occidente. Sin ir más lejos, su hijo Saif al-Islam, el sosias de regente de prostíbulo de carretera que se dirigió al país el domingo por la noche por televisión y que está muy bien conectado en España, estaba hasta el lunes en la lista de «Jóvenes Líderes Globales» del Foro Económico Mundial de Davos. Alguna fascinación debe causar este «joven líder» porque según el WSJE, tras su diatriba tabernaria del domingo, un portavoz del Departamento de Estado anunció que se estaban estudiando sus palabras para ver si en ellas había algún atisbo de reforma. No explicó el portavoz de la Administración Obama si ese análisis se hacía entre una matanza y otra o mientras eran perpetradas.

La gran pregunta es por qué la paciencia que ni se tuvo ni había por qué tenerla con Hosni Mubarak en Egipto se ha tenido hasta ahora con Muamar el-Gadafi. Porque hasta donde yo sé Mubarak no tenía sangre de occidentales en sus manos y Gadafi podría haberse duchado en ella. Y mientras Europa mira hacia otro lado, Gadafi nos advirtió la semana pasada que suspenderá la cooperación contra la inmigración ilegal... Están en camino.


ABC - Opinión

0 comentarios: