domingo, 2 de mayo de 2010

Lasarte. Por Alfonso Ussía

Buen piso el de la mamá de Usabiaga en Lasarte. Vive con una hija, y linda puerta con puerta con el de la otra hija, la casada. Esta perfectamente atendida.

Además, que de no estarlo, nada pasaría, porque la mamá de Usabiaga sale de paseo, charla con sus vecinos y compra pastelillos para compartirlos en familia los días de fiesta. La mamá de Usabiaga está como un trueno, de sana y fuerte. Leo en un «puntazo» de LA RAZÓN: «La burla de Usabiaga a la Justicia, al descubierto». Hay que matizar el titular. Usabiaga se ha aprovechado de la Justicia, pero no se ha reído de ella. El que se ha reído de la Justicia ha sido Garzón. El juez en su tramo final ha decidido echar por tierra lo más aceptable y meritorio que llevó a cabo durante su carrera. Ni la mamá de Usabiaga está sóla, ni la mamá de Usabiaga esta impedida y necesitada de los cuidados y mimos de su hijo etarra, ni patatín ni patatán. Un magnífico piso en Lasarte, a dos pasos de San Sebastián, y goza de muy buena salud. Formidable trabajo de Cancio para nuestro periódico.

Lasarte anuncia el viento sur en la costa guipuzcoana. Allí se ubica el complejo industrial de «Lizarriturri y Rezola», que fabrica –o fabricaba–, el conocido “Jabón Lagarto”. Cuando San Sebastián olía a «Lagarto» en la atardecida, se sabía que el día siguiente amanecería tórrido y húmedo. En invierno, el viento sur es una bendición, y en verano, una agonía. También en Lasarte está el Hipódromo. Se construyó por iniciativa del «batasuno y aranista» Alfonso XIII, Rey de España. El Hipódromo es el orgullo de Lasarte, lo que ha salvado a muchos de sus vecinos de la opresión de la aldea. La «batasuna y aranista» Familia Real de España es la causante de muchas de las terribles desgracias sufridas por los guipuzcoanos. Por su culpa, existe el Palacio de Miramar, sobre el Pico del Loro, dominador de las dos playas de La Concha, la del mismo nombre que la bahía y la de Ondarreta.


La Familia Real y los veraneantes de Madrid que arrastraron hasta allí, elevaron a San Sebastián a Capital de España durante el verano. Existen decenas de Reales Sociedades y Reales Clubes por aquella zona, entre ellos la Real Sociedad de Fútbol de San Sebastián, el equipo de todos los guipuzcoanos, auspiciado y realzado por Alfonso XIII. Insisto en el Hipódromo, desde cuyas tribunas se domina la ciudad, antes aldea, de Lasarte. Allí se disputan las más tradicionales carreras de caballos de España, y más aún, desde que los golfos se adueñaron del Hipódromo de La Zarzuela y arruinaron el invento, que no ellos, y de esa época mucho tiene que saber el ex-presidente del Real Madrid Lorenzo Sanz. Allí en Lasarte se disputa la codiciada «Copa de Oro» en los finales de cada verano, que se instituyó en tiempos del franquismo, y por ende, habrá que suprimirla de acuerdo con la Ley de la Memoría Histórica. Y en Lasarte vive la mamá y la familia de Usabiaga, y hacen muy bien, porque el nivel de vida es alto, las comunicaciones perfectas, y sus entornos, un prodigio de la naturaleza. Bosques de hayas, castaños y robles interminables.

Usabiaga puso la excusa de su madre para salir de la cárcel. Yo hubiera hecho lo mismo. Para recuperar la libertad, el hombre es capaz de inventarse lo que sea. Usabiaga no concretó en su petición al juez en su último tramo, que tenía dos hermanas y que su madre disfrutaba de una salud envidiable. Yo hubiera hecho lo mismo. Pero Garzón no se esforzó en conocer la situación de la madre del etarra y batasuno, y le abrió las puertas de la prisión. Usabiaga ha hecho lo correcto y lo que se espera de un preso. Garzón no ha cumplido –una vez más– con sus obligaciones y responsabilidades de juez. El que se ha reído de la Justicia ha sido Garzón, no el mentiroso de Usabiaga. A De Juana Chaos le ha sucedido algo parecido. No lo vigilan, pues se ha largado. En este caso, el responsable es el ministro de Interior. En el de Usabiaga, Garzón. O está blindando su seguridad o cumpliendo a rajatabla las indicaciones del Gobierno para alcanzar un acuerdo electoral con las fuerzas etarras. Se puede interpretar así sin caer en la calumnia. Cosas que pasan en Madrid y Lasarte, a un paso de San Sebastián, esplendor de los paisajes del norte de España.


La Razón - Opinión

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