sábado, 21 de noviembre de 2009

Las camas de Kenya. Por Alfonso Ussía

Las camas en Kenya tienen que ser comodísimas. Más adelante se verá. Tengo la imagen de dos mujeres. Una rubia y deslucida y otra más compacta y vestida de negro. Son las mujeres de dos pescadores bermeanos del «Alakrana», el atunero sin bandera. Cuando se supo que los tripulantes del pesquero habían sido liberados gracias al dinero de los españoles y a la presencia de dos fragatas de la Armada Española, las dos mujeres retiraron la pancarta que se extendía de punta a punta del balcón del Ayuntamiento, también sin la Bandera, exigiendo la libertad de los marineros secuestrados. Me figuro que exigiéndosela a los terroristas somalíes. La pancarta fue retirada y apareció una más reducida en la que se exigía –en esta ocasión al Gobierno de España– la libertad de los terroristas de la ETA. En señal y detalle de alta gratitud por haber liberado a sus familiares secuestrados, las mujeres de Bermeo han declinado la invitación del Gobierno de España a viajar a las islas Seychelles para reencontrarse con los suyos. Los familiares de los tripulantes gallegos han viajado todos. Probablemente, a los familiares de los tripulantes vascos no les ha parecido correcto que los obliguen a viajar con gallegos, que tienen el RH diferente. Ellos, los vascos, aguardarán a sus maridos, padres y demás familia en Bermeo, el puerto de los barcos sin bandera y bajo el balcón sin Bandera pero con pancarta proetarra para abrazar a los suyos. Una muestra de los simpatiquísimos y agradecidos que son.

Entretanto, el armador, es decir, el dueño, es decir, el propietario, es decir, el responsable principal del «Alakrana», el barco sin bandera, había desaparecido. Pero al fin ha sacado la cabeza del agujero. Ha permanecido, según sus palabras, más de cuarenta días en cama, sufriendo por el desenlace del secuestro. Cuarenta y siete días encamado. Mucho ha tenido que ser el padecimiento. Buenas camas las de Kenya. Y ha yacido en la cómoda cama, el armador Kepa Etxebarría, el dueño del barco sin bandera, en el lecho que ha puesto a su disposición el embajador de España en Kenya. Su barco, sin Bandera de España, y el propietario en una cama de la embajada de España. Y los familiares de los pescadores vascos en Bermeo, porque el avión de la Fuerza Aérea Española compartido con gallegos no les parecía demasiado bien. Ellas se lo pierden. Abrazar a los maridos y novios en una playa de las Seychelles, entre palmeras y ante un mar lapislázuli, tiene más morbo que hacerlo bajo el Ayuntamiento de Bermeo, con la pancarta ésa. Un fornicio de reencuentro en las Seychelles no se lleva a cabo todos los días. Pero en fin, allá cada uno con sus gustos y sus preferencias.

Y el armador, Kepa Etxebarría, el que tendría que pagar el total del rescate de un barco sin bandera asaltado por terroristas, al fin ha abandonado la cama de la Embajada de España en Nairobi, y vuela hacia las Seychelles «muy cansado y con la mitad de su salud perdida». Como si el Embajador le hubiera obligado a hacer cada mañana mil abdominales en lugar de ofrecerle, como así ha sido, toda la hospitalidad de España en su preciosa residencia. Es de esperar que don Kepa aprenda la lección y la aplique a sus barcos. Si insiste en esconder la Bandera de su nación, que le ayude en la próxima el alcalde de Bermeo, pero no España.

La Razón - Opinión

Valia Merino: «Díez tiene rasgos totalitarios y está hasta en la sopa»

La cita con Valia Merino, candidato que disputa con Rosa Díez la dirección de UPyD, se produce en un «Starbucks». Merino, que tiene el respaldo de los militantes expedientados y críticos de su formación, afirma que no le dejan utilizar la sede oficial del partido y que se ha gastado unos 3.000 euros de su bolsillo en la campaña. Le acompaña Pilar Heredia, uno de los primeros fichajes de Díez, que ahora es una de las voces discrepantes.

-¿Por qué se presenta como candidato en UPyD?

-¿Por qué no? La competencia es sana. La presencia de una segunda candidatura ha de hacer que Rosa Díez sea mejor y que su candidatura tenga que esforzarse. Nos presentamos porque hay una deriva externa e interna que no nos gusta y hay una figura presidencialista en el partido que tampoco vemos bien.

-Usted sabe que lo suyo es una misión imposible.

-Sí, es misión imposible, es muy complicado. Una victoria sería que el partido salga unido, estructurado, con listas abiertas, que cuente con los afiliados para el desarrollo ideológico de UPyD.

-¿Puede describir a Rosa Díez en pocas palabras?

-No, porque he coincidido con ella siete u ocho veces, y jamás hemos hablado. Me han hablado mucho de ella, y prefiero no entrar en cuestiones personales.

-Preguntaba por su perfil político, no por el personal.

-Rosa Díez es un activo importante de UPyD. Es una buena parlamentaria y portavoz, y no es una buena administradora y gestora de una organización hacia dentro, porque tiene rasgos totalitaristas. Es una crítica constructiva.

-¿Hay un exceso de liderazgo personalista en UPyD?

-Sí, hay un exceso. Rosa Díez es muy necesaria en el partido, pero no hace falta que la tengamos hasta en la sopa. Hay que potenciar otros valores en el partido. Si le pasara, Dios no lo quiera, algo parecido a lo de Julio Anguita, ¿qué pasaría con UPyD?

-¿Usted tiene aspiraciones políticas en Madrid?

-(Se ríe a carcajadas) En principio, no. Hombre, ser alcalde de Madrid es un sueño que a cualquier ciudadano le gustaría. Pero es utópico.

-¿No es muy pronto para que haya una división en UPyD?

-Sí, pero no seremos los militantes de base los responsables de eso. Yo no he sido el que ha hecho que se vayan militantes insignes, como Mikel Buesa.

(Pilar Heredia no puede contenerse y expresa su opinión)

-Rosa Díez en su momento me pareció una de las políticas más limpias y necesarias. Hoy, me parece un auténtico fraude, es una política manipuladora, con todo el lastre del Partido Socialista, y absolutamente endiosada.


ABC