viernes, 24 de abril de 2009

ZAPATERO MIMA A LOS SINDICATOS EN PLENA CRISIS ECONOMICA

Las subvenciones a CCOO y UGT han subido un 50% desde 2006

Desde el año 2006, los ingresos de los dos sindicatos por las principales subvenciones estatales crecen en torno a un 50% acumulado. En los dos últimos años, ya en crisis, suben un 10%.

Los sindicatos no sufren con el mismo rigor que el resto el avance de la crisis. De hecho, algunas de sus principales subvenciones procedentes del Gobierno central han hecho caso omiso de las dificultades presupuestarias para permitir que desde el año 2006 los incrementos acumulados asciendan a casi un 50% -un 10% desde 2007- para los dos principales sindicatos. Mientras, los salarios lo han hecho en torno a un 10% acumulado en tres años y un 7% en los últimos dos ejercicios.


Así, la suma de la subvención por actividades formativas y sindicales, la concedida por labores consultivas del Ministerio de Trabajo y la correspondiente a la participación en la mesa de la función pública arroja unos saldos un tanto reveladores. Si se toman los importes percibidos en los años 2007 y 2008 por estos conceptos, los cobros de CCOO se han incrementado un 11,2% y los de UGT un 9,9%. Por ver una comparación con otra de las fuerzas sindicales, por ejemplo USO, que se ha mostrado claramente más combativa que las anteriores con el Gobierno, su incremento de ingresos en ese mismo periodo se limita al 1,6%.

Si se incluyen en el cálculo los importes percibidos desde 2006 los incrementos se disparan: CCOO gana un 50,1% más por estos conceptos, UGT un 46,8% y USO (que en 2006 aún estaba incluido en algunas de las mesas sindicales de las que posteriormente saldría) un 40,9%.

La reforma oficial de los criterios de pago ha reforzado a sindicatos nacionalistas

Alguien podría pensar que se trata, sin más, de un avance de las cifras correspondiente a un incremento del número de delegados sindicales de estas dos organizaciones que, al conferirles más representatividad les permite acceder a más subvenciones. Pero lo cierto es que las normas han sido modificadas por el Gobierno provocando estos incrementos de fondos. Así, por ejemplo, las subvenciones concedidas en 2006 –y diseminadas en el BOE–por la participación en la Mesa General de la Función Pública beneficiaban a 7 sindicatos. El importe total entregado por el Gobierno para todos ellos se situó en 231.330 euros.

Sólo está en poder de cada organización la cifra concreta que ha recibido. Fuentes sindicales aseguran que a UGT y CCOO le corresponden cerca del 40%, respectivamente, de la cantidad total. Este periódico ha intentado confirmar sin éxito las cifras con los sindicatos.

En los años 2007 (fecha real de inicio del debilitamiento económico) y 2008 (cuando estalla la recesión), sólo cinco sindicatos pasaron a cobrar por este concepto, entre ellos, por supuesto, CCOO y UGT y también ELA, de origen vasco (Euzko Languilleen Alkartasuna). Y, pese a que eran claramente menos a cobrar, el importe se multiplicó por cinco veces y media hasta sumar 1.255.970 euros y 1.281.090 en cada uno de esos años. Uno de los sindicatos que salió de la mesa en ese periodo fue USO, actualmente el único que ha incidido en el maquillaje de las cifras oficiales del paro.

La salida de USO de aquella mesa no fue casual. El Gobierno endureció en aquel momento sus exigencias para formar parte de este foro pidiendo, además de la representatividad del 10% tradicionalmente exigida, requisitos de presencia autonómica y local, lo que ha reforzado la presencia de ELA.

Los sindicatos se remiten a las cifras publicadas en los Presupuestos Generales del Estado y en el BOE, pero aseguran no tener computado el total de subvenciones recibidas. “El dato existirá, pero llevaría mucho trabajo, pues hay que mirar las 17 federaciones, todas las organizaciones, que llevan distinto CIF...”, dicen desde CCOO.

Y además, pagos por el patrimonio franquista
Las ayudas no acaban en las subvenciones. El PSOE, además, ha prometido un nuevo pago a los sindicatos, con la idea de zanjar cualquier posible foco de enfrentamiento en momentos de crisis. Si el Partido Socialista, fuerza con mayor representación en el nuevo Parlamento, cuenta ya directamente con responsables de UGT en sus equipos electos, ahora pretende saldar cuentas con CCOO. Así, abordará la devolución del patrimonio sindical acumulado y generado en la etapa de Franco, que puede suponer un fuerte desembolso, como adelantó EXPANSIÓN el 17 de marzo de 2008.

En concreto, los socialistas se han comprometido a “abordar una solución definitiva para la devolución del patrimonio sindical acumulado, generado durante los años de la dictadura con las aportaciones obligatorias de empresarios y trabajadores”. Para ello, el PSOE asumió como requisito crear “una comisión de expertos nombrados por la Administración, las organizaciones sindicales y asociaciones empresariales, que analice la situación y formule propuestas de actuación en la materia”.

Ya en la pasada legislatura, el Gobierno socialista puso punto final al proceso de devolución del patrimonio sindical histórico, por los bienes supuestamente incautados tras la Guerra Civil, que beneficio CNT, ELA-STV y, en especial, a UGT, que recibió 149 millones de euros.

Expansión.com

UN PROVINCIANO EN BARCELONA. Por Emilio Campmany

Rajoy

«Rajoy creía que por dulcificar sus posturas, por plegarse en lo que fuera posible a las exigencias del nacionalismo catalán, lograría, si no el afecto, al menos el respeto de los líderes y electores nacionalistas. Rajoy ya ha visto que no.»

Rajoy se ha ido a Cataluña a celebrar con el Tripartito el día de Sant Jordi. Quizá el hombre esperaba que, tras haberse caído del caballo y convertido al federalismo más o menos asimétrico, sería recibido con algo más de cariño del que suelen ser allí recibidos los líderes populares. Nada de eso. En un alarde de imaginación le han llamado "fascista", que es el insulto de ordenanza que se gastan los radicales catalanes contra los populares, propios y foráneos. Joan Ridao sí ha estado verdaderamente imaginativo y lo ha llamado "provinciano". Tiene guasa que un nacionalista de la Esquerra, que representa el aldeanismo quintaesenciado, insulte a nadie llamándole provinciano. ¿Sabrá Ridao lo que significa en castellano ser un "provinciano"? A lo mejor se cree que provinciano es aquel que visita un país extranjero en la convicción de que no es más que una provincia del propio. Ocurre, sin embargo, que "provinciano" no significa eso, sino que se dice de aquél que muestra apego excesivo a la mentalidad o costumbres particulares de una provincia o sociedad cualquiera, con exclusión de las demás. O sea, justo lo que es Ridao y que no es Rajoy.


Más gracia, y también más educación, ha tenido lo de Artur Mas, que ha dicho que hubiera sido un bonito gesto de Rajoy ir a Cataluña el día de Sant Jordi a anunciar la retirada del recurso contra el Estatuto catalán. Tiene gracia porque Mas identifica su Estatuto con Cataluña, como si todos tuviéramos que pasar por él por ser el que los catalanes quieren para sí. Sin embargo, ocurre que a la mayoría de los catalanes les trae al pairo este Estatuto, como demuestra el hecho de que la mayoría no lo votó. Y ocurre igualmente que el Estatuto no sólo es inconstitucional, sino que es precisamente cuando establece un sistema que dinamita la solidaridad entre todos los españoles cuando más inconstitucional es. Recuerdo con vergüenza el día que Mas, en Telemadrid, trató de convencer a los madrileños de cuánto nos convendría tener un sistema de financiación como el que Cataluña acababa de darse. Y veo con orgullo el poco caso que los madrileños le hemos hecho.

Rajoy creía, quizá convencido por Alicia Sánchez Camacho, que por dulcificar sus posturas, por plegarse en lo que fuera posible a las exigencias del nacionalismo catalán, lograría, si no el afecto, al menos el respeto de los líderes y electores nacionalistas. Rajoy ya ha visto que no. Cuando le espetó a Zapatero que en Cataluña no se podía estudiar en castellano, le llamaban "fascista". Y ahora que ya no lo hace, siguen llamándole "fascista".

Por lo menos, el viaje le ha servido para comprar un libro y que le regalen otro. Rajoy ha adquirido El hombre más buscado, de John le Carré, un alegato contra la política antiterrorista de Bush, que ya sabemos que el PP es muy anti Bush y muy pro Obama. Y Alicia Sánchez Camacho le ha regalado Anatomía de un instante, de Javier Cercas. Yo, si fuera él, empezaría por el de Cercas, deteniéndome especialmente en los pasajes en que el escritor relata como el Rey, según parece sin querer, animó a otros a hacer cosas que luego desautorizó. Y luego, reflexionaría sobre lo ocurrido en México después de las elecciones. Quizá pueda entonces este gallego acusado de ser un provinciano extraer alguna ilustrativa lección acerca de cuánto se puede confiar en según qué personajes.

Libertad Digital - Opinión

ZAPATERO, A POR LOS 177. Por Fernándo Jáuregui

Tras pasar la mañana de este miércoles contemplando en la Cámara Baja el debate parlamentario y la posterior sesión de control parlamentario, he llegado a la conclusión de que Zapatero piensa que tiene ya en el bolsillo 177 escaños para controlar las Cortes. Es decir, que contaría con una mayoría absoluta para sacar adelante sus planes, incluyendo los próximos Presupuestos Generales para 2010, la ley del aborto, la de libertad religiosa, las reformas en la Judicatura y un conjunto de medidas económicas de urgencia que eventualmente pudieran ponerse en marcha.

Fue muy diferente el tono empleado por el presidente del Gobierno con unos y otros portavoces parlamentarios. Con el del PP, Mariano Rajoy, está claro que no hay ni habrá más entente que la imprescindible: ahora se busca el acuerdo en torno a la estabilidad de las instituciones financieras, y poco más. Tampoco parece esperar el presidente nada de los nacionalismos; ni con el vasco, por razones obvias, ni con los catalanes, que están en la oposición a la Generalitat. Incluso yo diría que está distanciándose voluntariamente de Esquerra Republicana, un "socio" que gusta poco a los votantes de fuera de Cataluña.

Pero corteja claramente a otros: a los pequeños. Comenzando por Izquierda Unida. Y siguiendo con el Bloque Nacionalista Galego, Unión del Pueblo Navarro, Coalición Canaria y Nafarroa Bai. Ocho escaños entre todos, valiosísimos para, en unión de los 169 que tiene el Grupo Socialista, alcanzar una cómoda mayoría absoluta que permita al Gobierno central sacar adelante sus proyectos.

No resulta extraña la confianza que mostraba en el hemiciclo un desenvuelto Zapatero: le bastaría incluso con que algunos de los "pequeños" se abstuviesen para sacar adelante las votaciones que él quiera. Nada de pactos generalizados con la derecha, nada de grandes coaliciones: cada día más, Zapatero confirma que el giro no es a la izquierda, como, a mi juicio erróneamente, han interpretado algunos comentaristas: el giro es en torno a sí mismo. A veces da la impresión de que Zapatero, cueste lo que cueste, intenta la cuadratura del círculo en esta legislatura: reinventarse cada día, aislando y arrinconando a la oposición y sustituyendo a los nacionalismos en su propio terreno (ya veremos si no trata de fagocitar también a Rosa Díez).

Es decir, ZP quiere quedarse con la izquierda, con el centro y con los planteamientos nacionalistas, dejando al Partido Popular nuevamente solo y, si puede, fraccionado. Lo dicho: la cuadratura del círculo.

Periodista Digital - Opinión

EL SUEÑO DE EVA. Por Ignacio Camacho

EL ruido lo ha hecho ruido el fichaje de Rosa Aguilar, la sobria y sensata alcaldesa de Córdoba que llevaba tiempo merodeando el jardín socialista ante la ruina política y moral de Izquierda Unida, pero la clave del nuevo Gobierno andaluz de José Griñán quizás esté en otra pieza, también femenina por cierto. Se llama María del Mar Moreno, viene de Jaén, ha escrito una novela feminista llamada «El sueño de Eva» y a día de hoy continúa siendo la verdadera candidata de Zapatero a la sucesión de Chaves. Al incluirla en su Gabinete, meses después de que abandonase el de Chaves para irse por designio zapateril a la ejecutiva federal del partido, Griñán ha dejado abierta la incógnita de su propia continuidad más allá de este mandato. Quizá se trate de una señal reveladora de que el pacto interno para darle salida a Chaves incluía más cláusulas de las que conocemos.

El nombramiento de Moreno como consejera de Educación de la Junta convierte en plausible la hipótesis de la sucesión a plazos. Zapatero se fijó en ella hace tiempo -por alguna de esas razones intuitivas tan suyas, similares a las que convirtieron en ministra a Bibiana Aído- para señalarla como «el futuro» del socialismo andaluz. Chaves la consideraba, con razón, un poco verde para dar un salto cualitativo tan grande, y estaba además escocido por el ninguneo a que fue sometido cuando el presidente se la llevó a Madrid sin su permiso. Así que, llegada la hora del relevo, ha podido abrirse paso una vía intermedia: Griñán a la Presidencia para evitar un ataque de vértigo en el chavismo, y Moreno al Gobierno para hacer natural el paso siguiente, previa digestión del aparato del partido.

De momento la estrategia es no dar pistas a un PP crecido

Se trata de una hipótesis pero, como la ceniza quevediana, tiene sentido. De un lado viene avalada por la tenacidad de Zapatero a la hora de imponer sus criterios en la organización socialista. De otro, por la propia trayectoria de Griñán, cuya carrera parece más bien al final de todo que al principio de algo. Ofrece el perfil de un hombre de transición; es un gestor solvente, sólido y dueño de una cierta elegancia intelectual, pero pertenece, como el propio Chaves, a la generación que el zapaterismo está jubilando más deprisa que despacio. Y siempre ha sido más un político de gobierno que de partido; cuesta trabajo imaginarlo empeñado en el esfuerzo de hacerse con el control de una maquinaria tan compleja y pesada como la del PSOE de Andalucía.

Es en ese veterano aparato de poder, y desde luego en las encuestas de aceptación, donde están las claves de esta operación que se irá desvelando a medio plazo. De momento la estrategia es no dar pistas a un PP crecido cuyo líder, Javier Arenas -al que el nuevo presidente andaluz ya dio el relevo una vez, en el 96, al frente del Ministerio de Trabajo-, ignora a qué candidato tendrá que enfrentarse. Pero el sueño de Griñán ya está cumplido. El de Eva sigue a la espera.

ABC - Opinión

El SINDROME. Por Alfonso Ussía

Eso es lo que le pasa al espíritu de La Moncloa, que observa las cejas que se le han puesto a Zapatero por culpa de la crisis, y huye a toda pastilla

Tengo para mí que a Zapatero le ha atacado el fantasma monclovino. Es conocido como «Síndrome de la Moncloa», y no ha sido complaciente con ninguno de los presidentes del Gobierno de la democracia. Un espectro, un trasgo, un duende estantiguado, un alma en pena. El aparecido del Palacio de Linares, un aprendiz sin futuro. Pudiera ser el ánimo nostálgico, etíope y eritreo, de Hallie Sellasie, último emperador de Etiopía, breve como pulga y enjuto como palillo, que en La Moncloa se alojó en las agonías del anterior régimen. El «Negus» tenía aspecto de pobre de tanta hondura, que Javier Barcáiztegui y yo, paseando por el Paseo de Recoletos, y ante su endeblez mayestática, a punto estuvimos de acercarnos hasta el Rolls-Royce que Franco le había prestado para darle un duro. De lo que no cabe duda es de que en el nada acogedor Palacio de la Moncloa, hay un espíritu cabroncete que termina con los equilibrios de nuestros presidentes.


Adolfo Suárez lo combatió en soledad, con valentía, escribiendo sus ensayos políticos, que algún día, si Adolfo Suárez Illana lo permite, saldrán a la luz. Leopoldo Calvo Sotelo, que lo habitó durante pocos meses, se enfrentó al fantasma de La Moncloa tocando el piano, que lo hacía con alta armonía. Ha sido el único presidente del Gobierno de España que sabía inglés, pero ese detalle, importantísimo, no le sirvió para permanecer en el poder. Felipe González, se reía del fantasma monclovino hasta que éste, indignado, le recordó que existía. Para no verlo, se refugió en un invernadero en el que guardaba su colección de bonsais, que cedió posteriormente al Jardín Botánico de Madrid. José María Aznar no fue visitado por el maligno espíritu hasta el último tramo de su segunda legislatura. Cuando se vió acosado por el fantasma, se dedicó a estudiar inglés. Y José Luis Rodríguez Zapatero, que no cree en nada, se permitió el lujo de mofarse del trasgo, y ya ha caído en sus manos. Sucede que Zapatero carece de interés por las cosas sencillas de la vida, como la escritura, el piano, los bonsáis y el inglés, y nadie sabe cómo combate la presencia impertinente del alma en pena. Lo que sí se sabe es que el alma en pena de La Moncloa, a punto está de dimitir y marcharse a otro lugar por aburrimiento. Un alma en pena no puede asustar a quien más pena causa. Eso acompleja. Me recuerda al pobre fantasma del castillo de Canterbury, inmortalizado por Oscar Wilde, que vivió aterrorizado con las bromas que le hacían los hijos de su nuevo propietario americano. Un fantasma asusta, pero si es asustado, pierde toda su dignidad. Y eso es lo que le pasa al espíritu de La Moncloa, que observa las cejas que se le han puesto a Zapatero por culpa de la crisis, y huye a toda pastilla por los pasillos monclovinos. Y cuando está huyendo a toda pastilla, se topa de golpe con María Teresa Fernández de la Vega, y al fantasma le sobreviene un episodio vascular, que así está la pobre, que ni le hacen caso los conejitos de «Bambi». Zapatero puede presumir de haber acabado con el fantasma de La Moncloa. Para fantasma él, habrá dicho el ídem. En el Congreso está más solo que «Cachuli», y ha perdido la consistencia en los hombros de las personas seguras. Sabe que va hacia el abismo. Lo malo es que está deseando invitarnos a todos los españoles a acompañarlo. Y me parece que no. Que le acompañen los que le votaron.

La Razón - Opinión

UN GOBIERNO YA SIN CREDITO Y CADA VEZ MAS AISLADO

Los llamamientos a la confianza de Zapatero en el Congreso volvieron ayer a darse de bruces contra las previsiones del FMI y la totalidad de los partidos representados en el parlamento.

LA COMPARECENCIA de Zapatero ayer en el Congreso para explicar la crisis de Gobierno puso de manifiesto que el presidente ha fracasado en su intento de dar un golpe de efecto para generar confianza mediante la sustitución de Solbes por Salgado y la incorporación de dos políticos curtidos como Chaves y Blanco en el Consejo de Ministros. La oposición dejó muy claro que no está dispuesta a conceder al nuevo Gabinete ni los 100 días de gracia protocolarios, ni los 30 que de forma oficiosa había pedido el entorno del presidente. El que Zapatero no fuera capaz de explicar con seriedad y rigor las razones que han motivado el cambio de banquillo ha acentuado más si cabe su aislamiento parlamentario y ha contribuido a consolidar la certidumbre de que carece de un planteamiento serio para sacar a España del atolladero económico.


Zapatero aventuró que nuestro país se encuentra «en la primera línea de la esfera internacional», presentó los cambios de su Gabinete como un ajuste a los criterios de la cumbre del G-20 y los justificó en la necesidad «de acelerar la recuperación» y de «mantener vivas las señas de identidad del proyecto progresista, como son las políticas sociales y la cultura española». Lo cierto es que con argumentos tan endebles y absurdos sólo consiguió recalcar el grado de improvisación con que ejecutó el cambio de carteras ministeriales.

Todos los partidos vapulearon a Zapatero y se mostraron muy críticos con el nombramiento de Chaves como vicepresidente de Política Territorial, pero especialmente certero y contundente fue Mariano Rajoy. El líder del PP ironizó sobre la insospechada relación entre el G-20 y el relevo de César Antonio de Molina y puso el dedo en la llaga cuando aseguró que «al no querer enmendarse en sus políticas», Zapatero sólo conseguirá que marchemos «mucho más resueltamente hacia el abismo».

El presidente salpicó de descalificaciones contra sus rivales políticos su habitual voluntarismo, si bien volvió a fiar la recuperación económica a las medidas puestas en marcha hasta ahora y a una «potencial reactivación del consumo» como consecuencia de un futurible aumento de la confianza. Es ilusorio pensar que los ciudadanos vayan a mejorar su percepción sobre el futuro por un mero cambio de caras en el Gobierno. Sobre todo, cuando las políticas acometidas se han revelado ineficaces -si no contraproducentes- para frenar el deterioro económico. Y más aún, cuando todos los organismos solventes vaticinan que el temporal, lejos de amainar, se agravará.

De hecho, los llamamientos a la confianza de Zapatero en el Congreso volvieron ayer a darse de bruces contra las previsiones del Fondo Monetario Internacional. Los portavoces de la institución económica esbozaron el abismo al que había hecho referencia Rajoy, al advertir de que la recesión en España durará al menos un año y medio, que nuestro PIB caerá un 3% en 2009 y que en 2010 nos acercaremos a una tasa de paro de casi el 20%, más del doble de la media pronosticada para las economías desarrolladas. Además, ha previsto un año «muy difícil» para la banca española, por lo que ha augurado fusiones. En este sentido, la Confederación Española de Cajas de Ahorros reprochó ayer al Gobierno que no esté elaborando un plan de contingencia para el sistema financiero que contemple riesgos «catastróficos». Zapatero perdió una oportunidad al optar sólo por un cambio de nombres en el Gobierno. Sólo un cambio radical de política, en pos de un pacto de Estado que incluya estrictas medidas de ahorro en todas las administraciones y una reforma laboral en profundidad, podrán apartarlo -y salvarnos a todos- del precipicio al que nos dirigimos.

El Mundo - Editorial

AGUILAR Y EL BARCO QUE SE UNDE

«Cambiar de bancada perdiendo poder en el camino suponer poner los principios por encima de las siglas. Hacerlo para arrimarse al sol que más calienta da toda la impresión de aprovecharse de unos principios para hacer carrera.»

Lo increíble podría suceder. Las palabras y actitudes de Cayo Lara desde el momento en que fue elegido coordinador general de Izquierda Unida hasta hoy nos dan la impresión de que podría hacer bueno incluso a su predecesor inmediato, Gaspar Llamazares. La capacidad de los líderes de la extrema izquierda española ha ido descendiendo paulatinamente desde que Anguita abandonara la jefatura de IU y da la impresión de que podría seguir cayendo hasta que la formación se disuelva o se convierta en una fuerza irrelevante.


Es posible que Rosa Aguilar, viendo que la situación de los suyos no parece tener ya remedio, haya decidido irse de un partido que poco tiene que ver con aquel que dirigiera Julio Anguita, ya sea por motivos ideológicos o, más probablemente, por cuidar su propio futuro político. En cualquier caso, su marcha de la alcaldía para sumarse a un Gobierno autonómico de otro partido supone una clara traición a sus votantes y una merma considerable para su imagen de política diferente que se había labrado estos años.

Es en general censurable, al margen de las siglas, esa costumbre de abandonar la jefatura de un Gobierno para acceder a destinos algo más elevados, no tanto por el que se va como por el que lo sustituye. Nadie votó en Andalucía por tener a Griñán al frente del Ejecutivo autonómico, como tampoco antes se votó por Barreda o Herrera. Y aunque es sabido que formalmente lo que se elige son diputados, y por tanto estos cambios de presidente son perfectamente legales, sólo quien quiera engañarse o engañar a otros puede decir que los ciudadanos votan otra cosa que al cabeza de lista.

Dado que la democracia es, por encima de todo, un modo de cambiar de gobierno periódicamente sin violencia, cabe poner objeciones al abuso que representa llegar al poder sin ser elegido para aprovecharse de todos los resortes del mismo (especialmente la televisión pública) y así partir de una mejor posición en unas futuras elecciones. No es, desde luego, la mejor manera de promocionar el cambio. No obstante, al margen de las siglas, no parece que ningún partido tenga intención de modificar este fraude a los ciudadanos, porque todos se benefician de él en un momento u otro.

No cabe duda de que el objetivo de este fichaje es intentar beneficiarse de la buena imagen que tiene Rosa Aguilar. Sus críticas a Madrazo y el recuerdo de la época de Anguita que evocaba la cordobesa la habían convertido seguramente en la figura más valorada de IU fuera de su partido. El problema es que un cambio de esta naturaleza no ha hecho mucho bien a esa imagen. Cambiar de bancada perdiendo poder en el camino suponer poner los principios por encima de las siglas. Hacerlo para arrimarse al sol que más calienta da toda la impresión de aprovecharse de unos principios para hacer carrera.

Además, las formas con que se ha marchado la hasta ahora alcaldesa de Córdoba han sido lamentables. Lo mínimo cuando uno se va de cualquier sitio, especialmente si lo hace para trabajar para la competencia más directa, es comunicarlo primero a quienes se deja. Y lo que ha hecho Rosa Aguilar es dejar un mensaje a Cayo Lara cuando la noticia ya había aparecido en todos los telediarios.

Pocos habrán quemado en tan poco tiempo un capital político amasado durante tantos años como ha hecho Rosa Aguilar con esta decisión. Posiblemente la considere provechosa para su futuro. No debería ser optimista. Es tradición que los comunistas que ingresan en el PSOE disfruten de una legislatura de gloria para luego ser despreciados. Que pregunte a Cristina Almeida o López Garrido.

Libertad Digital - Editorial

¡En qué manos estamos! Por M. Martín Ferrand

EL diario que, en sus mejores tiempos, fue independiente -aunque sólo de la mañana- y dice ahora ser global no pierde oportunidad para convertir en manantial informativo las filtraciones que, con sospechosa constancia, genera el «caso Gürtel». Está en su derecho. En las últimas horas he oído voces demonizadoras contra los periódicos que acogen en sus páginas -con la relevancia que sólo les corresponde establecer a sus respectivos directores- nuevos detalles de una historia que germinó al hilo de unas de las sonoras instrucciones de Baltasar Garzón y que ya cursa, con metástasis, en distintas instancias de la organización judicial. Nada más injusto ni distante del recto entendimiento del trabajo informativo. Los periodistas estamos para contar lo que pasa y, en su caso, valorarlo.

Ayer, el periódico aludido, con ruidoso despliegue de medios, abundó en las chuscas relaciones entre el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, y Álvaro Pérez, un pintoresco conseguidor conocido por «El Bigotes». Según esa información, su nivel de intimidad es tan intenso como para que el tal Pérez le diga al líder valenciano del PP: «Oye, que te sigo queriendo mucho». Para mayor y mejor demostración de afectos mutuos, el presidente le corresponde, aunque de forma menos académica: «Yo también. Te quiero un huevo». Ignoro si el huevo como unidad de medida del cariño es poco o mucho, pero queda claro que la confianza es recíproca.

Lo que me escandaliza es la ramplonería de los personajes y, sobre todo, la imprudencia del presidente valenciano

Tampoco sé, ni tengo un interés desmedido por averiguarlo, si algunos notables del PP recibieron trajes gratis u otros favores equivalentes. Lo que me escandaliza es la ramplonería de los personajes y, sobre todo, la imprudencia del presidente valenciano. Razones tendrá para adorar a «El Bigotes»; pero, ¿tanto como un huevo? A la imprudencia de Camps hay que enfrentar la grave irresponsabilidad de las personas que, en su trabajo judicial, han producido, o permitido, las filtraciones que sirven de base a quienes, con toda legitimidad profesional, han elaborado y publicado esas informaciones. El secreto es una exigencia de los sumarios abiertos y trasladados en este «caso Gürtel» que, por lo que llevamos visto, tiene más ruido que nueces. Lo es también la elegancia en el procedimiento de los jueces y sus colaboradores. Con qué nos escandalizamos más, ¿con la ligereza de uno o con la falta de seriedad de los otros?

ABC - Opinión

EL NENG. Por Yauma

Mi nombre es Albert ,aunque mis enemigos políticos despectivamente me llaman “El Neng” quizá por un mal disimulado sentimiento de envidia por su propia falta de juventud. Nací el 15 de Noviembre de 1979 en L`Atmella del Vallés, un pequeño municipio en la orbita de Granollers, mi padre catalán y mi madre malagueña, un equilibrio casi perfecto entre el norte desarrollado y adusto, y el sur alegre y vivaz. Cuentan mis familiares que nací un niño sano y robusto, con un peso superior al correlacionado con la edad gestacional, cosa que parece influir en un elevado coeficiente intelectual y que el paso del tiempo debe confirmar o refutar.

Se sabe que la conjunción astral más frecuente hace referencia a la situación relativa de dos o más astros, cuando tienen la misma longitud. Así hablamos de Venus en conjunción con la Luna como un hecho astronómico de importancia contrastada. Sin embargo, el día de mi nacimiento, según he podido averiguar después, tuvo lugar la formación de un hexágono por parte de los tres soles y las tres lunas de Idhún, hecho extraordinario bajo el prisma astrológico. Aparte de mi nacimiento, nada aparentemente sobresaliente ocurrió en nuestro entorno, no malparieron las ovejas, ni el Honorable fue nombrado Rey de Cataluña, dos noticias de ese mes de Noviembre: Rupérez secretario de relaciones exteriores de UCD fue secuestrado por ETA y el estreno en el teatro Marquina de Madrid de cinco horas con Mario, de Miguel Delibes.


Soy hijo único de una familia acomodada de clase media, siempre he tenido muy claro que había nacido para destacar, siento que algo dentro de mí guía mis pasos hacia el triunfo absoluto, personas con menor fuerza interior han llegado a ser presidentes del gobierno de España, un ejemplo claro lo tenemos ahora con ZP. Son envidiadas mis cualidades personales y políticas, la energía negativa que sustraigo a mis enemigos políticos la transformo en energía positiva y la uso en mi propio beneficio. Intentaré explicar brevemente en que están basadas tan rotundas afirmaciones.

Se me acusa con frecuencia de ser demasiado joven para la política con epítetos de corrección dudosa: “Niñato prepotente”, Chaval sobrevalorado en su entorno familiar”...etc Cómo si ser joven fuese pecado. La historia nos habla de Alejandro El Grande, espejo donde me miro, existe un paralelismo evidente para quien quiera verlo, Pella y L`La Atmella del Valles, Aristóteles y F. d C., Macedonia y Cataluña, La conquista del imperio Persa y la Presidencia del Gobierno español, junto a cuestiones personales que por pudor sólo menciono, listeza, oratoria guapura ....etc. Alejandro con muy pocos hombres derrotó a ejércitos muy superiores, yo con lo que queda de C´s , unos trescientos militantes, los mejores,( descontando al hipnotizador y su tropa), mi guardia personal, la infraestructura madrileña, con Esscanseti Lamdeso y los montoneros, apoyado económicamente por la noble orden de los Rotaris, conquistaré España.

Se me llama “Pijo de Esade”. Bien, yo obtuve una licenciatura y un master en derecho en esa famosa escuela de negocios, regentada por los jesuitas, no fui un estudiante brillante pero no perdí ningún curso, tuve como compañeros de estudio a apellidos ilustres de la vida política, empresarial y profesional del país, algunos en privado, lo sé de buena tinta, que me consideran un trepa, pura envidia, destacaba más que ellos en las practicas deportivas, y la oratoria plana aconceptual de nuestro tiempo, arte de hablar con elocuencia para persuadir o convencer a un auditorio, donde la memoria no relacional juega un papel importante, junto a las buenas formas gestos y maneras de los vendedores de humo. Con posterioridad conocí a mi mentor político en la Universidad Central de Barcelona, donde me matriculé para hacer un doctorado en Derecho Constitucional. Mis enemigos políticos propagan la infamia de que eso sólo fue una excusa para acercarme a C que era uno de los principales impulsores del futuro movimiento ciudadano.

Sobre ideología dicen que no tengo ninguna, que mi ideología es el poder, en este apartado considero que tienen algo de razón, no obstante creo que una componente fuerte de mi ideología es transversal en estado puro, un ejemplo concreto, antes de pertenecer a C´s yo estaba en nuevas generaciones del PP, durante mi etapa en Esade había coqueteado con Convergencia, en C´s soy de centro izquierda, con tintes montillanos, y en el futuro Dios dirá. No tengo ningún complejo al reconocerlo y aceptarlo como peaje indispensable para seguir ascendiendo en el mundo político.

Se me critica porque C´s no sea democrático, que el partido soy yo, que tengo baja tolerancia a la frustración, que no asumo que nadie me diga qué no soy el mejor. Analicemos apartado por apartado:? Hay en España algún partido político cuya organización interna sea democrática? Si alguien conoce alguno que de un paso al frente, sólo un puñado de ilusos e inadaptados, defendían la democracia interna en mi partido y, no me quedo otra salida que expulsarlos del mismo. Todo líder carismático confunde el partido con su persona y, algunos como el gran Honorable, a todo un país. En cuanto a los apartados relacionados con la psicología, Alejandro en su tiempo y yo ahora, intuimos que somos dos seres superiores necesarios para el progreso de la humanidad y, por lo tanto, según el método trascendental kantiano, la dialéctica de la razón está de nuestra parte.

Además se dice “que mi discurso es repetitivo y que se me nota que mi principal valor es aprenderme las cosas de memoria”. Sobre este tema apunto lo siguiente: la política como mercancía requiere publicidad, la publicidad cuando está dirigida a un publico consumista de nivel intelectual mediano, tirando a bajo, requiere repetición, y la repetición continuada hace que yo me aprenda las cosas de memoria sin esfuerzo aparente, según las reglas más elementales de la didáctica clásica.

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