jueves, 19 de febrero de 2009

La Junta de Andalucía abre expediente informativo a Bermejo

Por cazar sin licencia

La Junta de Andalucía ha abierto un expediente informativo al ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, después de que se conociera que cuando participó en monterías junto con el juez Baltasar Garzón en fincas de Jaén no tenía licencia de caza.

Fuentes del Gobierno andaluz informaron a Europa Press de que la Consejería de Medio Ambiente ha tomado esta medida a raíz de tener conocimiento de los hechos y su objetivo es "valorar y evaluar qué ha pasado realmente".


Por su parte, Fernández Bermejo reconoció hoy que no posee licencia de caza en Andalucía y afirmó que las fincas jiennenses están "muy cerca de Puertollano" y no había "caído en la cuenta de que estaba en otra comunidad autónoma".

"Esto son fincas que están al lado de Puertollano, muy cerca de Puertollano, y no he caído en la cuenta de que estaba en otra comunidad autónoma, no estaba en Castilla La Mancha, donde yo normalmente estoy", defendió el ministro en declaraciones a Telecinco recogidas por Europa Press.

En este sentido, afirmó sentirse "desolado" por la falta y aseguró que posee licencia en casi todas las comunidades, no en Andalucía, a lo que dijo que tendrá que "sacarse inmediatamente la licencia".

Europa Press

La venganza de los ciervos

Madrid: El próximo curso habrá 26 colegios públicos bilingües más

El Consejo de Gobierno dio a conocer este jueves la ubicación de los 26 nuevos colegios públicos bilingües que empezarán a funcionar el próximo curso en la Comunidad de Madrid. Estos nuevos centros se sumarán a los 180 actualmente en funcionamiento, lo que supone que 206 colegios públicos impartirán enseñanza bilingüe a unos 40.000 alumnos de la región en el curso 209-2010, según anunció el vicepresidente y portavoz, Ignacio González.

De los 26 nuevos colegios que empezarán a funcionar como centros bilingües el próximo curso, ocho estarán en la capital y los 18 restantes en distintos municipios de la región: cinco estarán en Madrid Sur; tres en Madrid Este; cinco en Madrid Oeste y otros cinco en Madrid Norte.


En la capital empezarán a funcionar como Centros Bilingües de la Comunidad de Madrid los colegios públicos Agustín Rodríguez Sahagún (Villa de Vallecas); Doctor Severo Ochoa (Vicálvaro); Escuelas Aguirre (Retiro); Pío Baroja (Moratalaz); Ramón Gómez de la Serna (Villaverde) y los CEIP Infanta Leonor, Leopoldo Calvo Sotelo y Ranbindranath Tagore, del distrito de Feuncarral-El Pardo.

En el área territorial sur de la región, serán bilingües los colegios públicos Blas
de Otero (Móstoles), Concepción Arenal (Getafe), El Trigal (Fuenlabrada)
y Carmen Conde y Santiago Ramón y Cajal, de Alcorcón. En Madrid oeste funcionarán como Colegios Bilingües de la Comunidad los centros de Los Ángeles (Torrelodones), San Miguel (Las Rozas), Príncipe Don Felipe (Boadilla del Monte) Seis de Diciembre (Colmenarejo) y Juan Ramòn Jiménez, de Becerril de la Sierra.

Dentro del área territorial norte se sumarán al programa bilingüe los colegios Antonio Machado (Alcobendas), Obispo Moscoso (Algete), Ramón Linacero (Alalpardo), Ángel León (Colmenar Viejo) y Villa de Cobeña, en la localidad de Cobeña. En Madrid este serán centros bilingües los colegios Beatriz Galindo (Alcalá de Henares), Duque de Alba (Loeches) y Los Almendros, de Rivas-Vaciamadrid.

Pioneros en España
Con la extensión del programa a estos nuevos centros, Madrid contará con 206 colegios que participan en esta iniciativa educativa, pionera en España, para implantar de forma gradual la enseñanza bilingüe español-inglés con el fin de que los escolares madrileños entiendan y se expresen en inglés con la máxima corrección posible al final de su etapa formativa.

Durante el próximo curso académico, el sexto del desarrollo del programa, los 26 centros seleccionados impartirán la enseñanza bilingüe a los alumnos de primero de Primaria y a medida en que estos escolares vayan avanzando de curso, el programa se irá extendiendo a los sucesivos cursos. Con la incorporación de estos alumnos de los nuevos centros, la cifra de alumnos que recibirán educación bilingüe en los colegios públicos superará los 40.000.

1.400 maestros
Los 258 maestros que se incorporan al Programa Bilingüe recibirán formación durante cuatro semanas durante el mes de julio en un país de habla inglesa y el curso de formación de 30 horas 'Aprendizaje Integrado de Contenidos y Lengua' durante el primer trimestre del curso 2009-2010.

En la actualidad, la Comunidad cuenta con un total de 1.150 profesores formados por la Consejería de Educación que, sumados a los 258 del próximo curso, alcanzarán la cifra de 1.400 docentes que impartirán enseñanza bilingüe en el curso 2009-2010.

Los colegios bilingües de la Comunidad ofrecen horarios de 25 periodos lectivos semanales, de los que un tercio, como mínimo, se imparte inglés, con la excepción de la lengua castellana y las matemáticas. Cada colegio tiene autonomía para elegir las asignaturas que se cursen en ese idioma.

Cada colegio dispone de auxiliares nativos de conversación que apoyan el proceso de enseñanza. Se trata de jóvenes licenciados o estudiantes que cursan el último año de licenciatura y que apoyan el proceso de enseñanza del inglés. Durante este curso, la Comunidad cuenta con 619 auxiliares de conversación, de los cuales, 508 trabajan en los colegios bilingües y 111 desarrollan su labor en los IES. En su gran mayoría, los auxiliares nativos de conversación en lengua inglesa proceden de Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

Nuevos institutos bilingües
Con el fin de dar continuidad al programa, en el curso 2010-2011 la Comunidad extenderá la enseñanza bilingüe a institutos de educación secundaria (ESO), para que los alumnos de los primeros 26 centros bilingües que lo deseen puedan continuar su enseñanza en ambos idiomas en las etapas educativas posteriores: la ESO y el Bachillerato.

La Comunidad de Madrid, además, ha extendido la enseñanza bilingüe por primera vez para este curso 2008-2009 a 25 colegios concertados de la región que ofertan la enseñanza en inglés a 1.900 alumnos de educación Infantil y Primaria y que cuentan con un total de 138 profesores que poseen habilitación lingüística.

Asimismo, a partir del próximo curso, unos 170.000 alumnos de Segundo Ciclo de Educación Infantil (3 a 6 años), pertenecientes a más de 1.200 centros, recibirán una hora y media de inglés a la semana, con el fin de incentivar el aprendizaje temprano de esta lengua.

Madrid Diario

España, Cataluña, País Vasco. Por José María Carrascal

«... Para el Estado español, de Cataluña y el País Vasco han venido en los últimos tiempos más penas que alegrías, más problemas que ventajas, pese a que ese mismo Estado ha sido generoso con ambas que con las demás autonomías, no importa lo que sigan los nacionalistas. Otra cosa es que el avance real de las mismas se haya reducido respecto al resto...»

La frase que más me ha impresionado en lo que llevamos de democracia, y miren ustedes que se han dicho cosas, fue la pronunciada, hace ya años, por el hispanista norteamericano Stanley G. Paine: «Posiblemente, España estaría mejor sin Cataluña y el País Vasco. Pero es imposible.» Tras el recobrarme del susto, vengo rumiándola desde entonces y acercándome cada vez más a la conclusión de que no se trata de una «boutade», inimaginable en un historiador tan serio como Payne, sino de una reflexión en voz alta, basada en hechos objetivos, que sólo podía hacer alguien de fuera, pero que nos conozca tanto como nos aprecie, condiciones que se dan sobradamente en el profesor de la Universidad de Wisconsin Madison.


En efecto, País Vasco y Cataluña han sido a lo largo de los dos últimos siglos origen de toda clase de conflictos y tensiones para el conjunto del Estado español. Las guerras carlistas fueron el contrapunto sangriento durante todo el siglo XIX. En el XX, lo fueron la Semana Trágica barcelonesa, la declaración del «Estado Catalán» al proclamarse la II República, el levantamiento de la Generalitat contra ésta en agosto de 1934, el largo reguero de sangre dejado por ETA, que no se interrumpió con la llegada de la democracia, y la reivindicación permanente de ambos nacionalismos, eternos insatisfechos, que erosionan en lo que pueden el sistema constitucional español en sus respectivos territorios y marcan la pauta a seguir por el del resto de las comunidades. Sí; para el Estado español, de Cataluña y el País Vasco han venido en los últimos tiempos más penas que alegrías, más problemas que ventajas, pese a que ese mismo Estado ha sido más generoso con ambas que con las demás autonomías, no importa lo que digan sus nacionalistas. Otra cosa es que el avance real de las mismas se haya reducido respecto al resto. Pero eso tiene más que ver con la prioridad que han dado sus líderes a promover su proyecto nacionalista que a promover su riqueza real. Aunque, naturalmente, le echarán la culpa a España, cuando España no recibe desde allí más que reclamaciones, disgustos, quejas y agravios.

Y, sin embargo, como dice Payne, su separación es imposible. Y es imposible no por razones históricas, que las hay, y grandes -España no es Yugoslavia-, sino por razones éticas. Desprendiéndose de Cataluña y el País Vasco, España quedaría enormemente aligerada. Pero eso sería tanto como traicionar a los muchos catalanes y vascos que se sienten también españoles, abandonarles en manos de los nacionalistas, entre los que se impondrían los más radicales, que procederían como primera precaución a una limpieza cultural, si no étnica, como ha ocurrido en tantos lugares. Si es que no estallaba allí una guerra civil proclive a desparramarse fuera de sus fronteras, pues el nacionalismo, pese a su nombre entrañable, lleva en sí un germen expansionista, como estos dos confiesan abiertamente, con ambiciones territoriales, que las comunidades vecinas no se dejarían arrebatar impunemente. Algo que no podemos permitir, por más inconvenientes y problemas que desde allí nos lleguen. Aparte de que ceder ante el chantaje, nunca ha dado buenos resultados. El chantajista siempre quiere más.

Pero tal vez haya llegado el día en que convenga confrontar a vascos y catalanes con su verdadero destino, en vez de permitirles seguir dejándose arrastrar por los cantos de sirena nacionalistas, mientras se benefician de la reivindicación permanente que estos plantean y el Estado español acepta. Unos y otros deben saber que las extraordinarias ventajas de que gozan -sobre todo los vascos, y reclamadas por los catalanes-, les obligan, como mínimo, a reconocer el ordenamiento constitucional que se las concede. Tienen también que admitir que sus autonomías han alcanzado el máximo techo razonable, y que si se empeñan en continuar su marcha hacia un Estado -la nación hace ya tiempo que la han dejado atrás, con la aquiescencia de un gobierno central no sabemos si ignorante o pusilánime-, tendrán que asumir las cargas y responsabilidades de éste. Entre ellas, la de garantizar su unidad interna y los derechos de todos sus habitantes, cosa que no están haciendo hoy y que, en ese futuro hipotético, sería mucho más problemática que ahora. ¿O es que creen que los mossos d´escuadra y los ertzainas se bastan para mantener en sus territorios la paz ciudadana, que ya les cuesta mantener con las fuerzas de orden público españolas? Sin olvidar los deberes que conlleva la defensa nacional y la representación exterior, muy bonita cuando se trata de París, Nueva York o Londres, pero muy pesada cuando se trata de Kabul, Mogadiscio o de las misiones de paz en zonas conflictivas...

Por no hablar ya de su nivel de vida, que depende en buena parte del mercado español. Pero su rechazo abierto, decidido, en muchos casos ofensivo y despectivo hacia lo español, como suelen mostrar ambos nacionalismos como señas de identidad, iba a traducirse en un rechazo de lo catalán y de lo vasco por parte del resto de los españoles, con repercusiones comerciales de toda índole, que se traducirían en industriales, pues el inversor extranjero no piensa en el mercado catalán o vasco. Piensa en el mercado español, donde esos productos tendrían más dificultades que los llegados de otros países.

Pero los nacionalistas piensan que es posible vivir en los dos mundos y gozar de las ventajas de ambos, con sus reivindicaciones, falsificaciones y victimismos, que constituyen la esencia de su programa político. Ramiro de Maeztu, que los conocía muy bien, por vasco, por español y por cosmopolita, ya advirtió hace casi un siglo que el objetivo de los nacionalistas catalanes y vascos no era crear naciones alternativas a la española. Ese era sólo el señuelo. Lo que buscaban era la «colonización de la subdesarrollada Meseta», entendiendo por tal el resto de España. Y ese sigue siendo el objetivo del Plan Ibarretxe y de Carod, de «la libre asociación» y del «Estado asimético».

Pero la Meseta ya no es tan subdesarrollada como hace un siglo. Y aligerada del peso que le traen ambos nacionalismos, podría desplegar con mayor empuje. Aunque, como dice Payne, la separación es imposible. Y es imposible no ya por todas las razones expuestas, a fin de cuentas, coyunturales, sino por otra fundamental, definitiva: que si creemos de verdad en la «España plural» que todos hemos asumido, pero que los nacionalistas sólo parecen creer en lo que les conviene, los catalanes y los vascos son tan españoles como los castellanos, los andaluces, los aragoneses o los extremeños. Porque no se puede separar la parte del todo sin causar grave daño a ambos, especialmente a la parte, por mucho que se venda como beneficio que, en el mejor de los casos, beneficiaría sólo a los pocos que viven de ello, no al conjunto de ciudadanos.

Pero es necesario hacérselo ver a estos. Como discuten los hermanos los asuntos cruciales para ellos: sin amenazas ni mentiras, sin cólera ni encubrimientos. Porque aquí, los únicos que mienten y amenazan, se encolerizan y encubren son los nacionalistas.

ABC - Opinión

Lo que le dé la gana al poder. Por Cristina Losada

En su libro La libertad traicionada, José María Marco cita aquella sentencia de Ganivet, según la cual, lo que desea todo español es que le extiendan un carné en el que figure que "este español está autorizado para hacer lo que le dé la gana". Hay, ahora mismo, indicios para pensar que los españoles siguen queriendo obtener ese carné, pero también los hay de que están dispuestos a hacer lo que le dé la gana al poder político.

Tenemos así muchos individuos que quieren disponer de máxima libertad y máximos derechos, al tiempo que de cero normas y ninguna obligación, y que a la vez aceptan sumisamente importantes reducciones de libertad, incluso cuando afectan a la esfera privada. El caso de la política lingüística es paradigmático. Ahí está la encuesta en que un 70 por ciento de los ciudadanos de Cataluña se declaran partidarios de que se exija a los inmigrantes hablar en catalán.


El tal sondeo, que sirve de apoyatura a una bollywoodense campaña del Gobierno autonómico, significa que la mayoría no sólo acata, en general, una política de imposiciones, sino que reclama que nadie se libre de ella y que la coacción se extienda a todos, en todas circunstancias y en todas partes. Aunque el aspecto más inquietante de esta manifestación de la dialéctica del amo y del esclavo es que no se identifican tales normas ni como vulneraciones de derechos civiles ni como ataques a la libertad individual. Un fenómeno que no se circunscribe a Cataluña ni a la política lingüística.

La pregunta, por tanto, es cómo ha podido pervertirse de tal modo la noción de libertad en España. Si ello tiene que ver con el rápido paso de la sociedad española de la rigidez a la laxitud y de la intransigencia a la tolerancia con los intolerantes, y también con el comportamiento escasamente ejemplar de las elites políticas. Sea como fuere, la confusión reinante permite que atentados contra valores sustantivos de la democracia liberal puedan camuflarse como lo contrario de lo que son.

Hay que precisar, entonces. Muchos españoles están dispuestos a hacer lo que le dé la gana al poder cuando las leyes, normas y decisiones que de él emanan vienen envueltas en una retórica de valores de buena apariencia. Por ejemplo, como "derechos". Pero, sobre todo, cuando disentir de ellas le sitúa a uno fuera de la corriente de opinión dominante y poco menos que vociferante. Se presenta así la paradoja de que en una sociedad que exalta no ya la libertad sino la "rebelión" en el terreno vital, la pulsión conformista se ha hecho fuerte en el ámbito político.

Libertad Digital - Opinión

El carnaval. Por Hermann Tertsch

SE consuma el estado de profunda anomalía en el que se ha sumido España desde que llegó al poder el hombre decidido a diseñarnos el pasado y el futuro, siempre con desprecio a la realidad del presente. Después de abolir el valor de la palabra, el sentido de los acuerdos, el rigor intelectual, la validez de la memoria personal, el aprecio a las relaciones personales e incluso la vigencia de las matemáticas, los hechos y la historia, el inquilino de La Moncloa hace nuevas conquistas en su proceso de reinvención del todo.

Convertido ya el país en un Patio de Monipodio en el que todos los poderes parecen obligados a mentir o fabular, quedaban por dejar claro que cualquier respuesta o resistencia tendría una respuesta contundente por parte del demiurgo. Amedrentar es la consigna. Todo esto es sin duda triste pero no vayan a creer que alcanza la categoría de solemne. En absoluto. Como ha sucedido casi siempre que individuos se encaraman de una forma u otra a posiciones desde las que son capaces de hacer tantísimo daño a su país como en el caso que nos ocupa, la función suele ser grotesca. Durante todo el proceso de maduración hasta que, después eso sí, se convierte en tragedia para millones unos más inocentes que otros.


En el Carnaval organizado aquí desde hace cinco años, se han despertado y cultivado los peores instintos, se ha fomentado el desenfreno ridículo y paleto, se ha institucionalizado la mentira -Gobierno de España-, y se ha querido forzar a retozar en el lodo a toda la población. Ahora estimados amigos, todos dirigidos por una cuadrilla de enmascarados y embozados, nos hallamos ya casi en vísperas de la cuaresma. Será muy dura y seguro que entre los más entusiastas de los festejantes comienzan ya a surgir dudas sobre la necesidad, oportunidad, probidad y decencia de la jarana de autodestrucción en la que nos embarcó nuestro reinventor del mundo.

Que un país con una historia difícil, por supuesto, pero muy larga y digna como el nuestro, tenga hoy que soportar los espectáculos circenses que nuestros gobernantes han auspiciado es ya en sí una tragedia. Que tengamos un ministro de justicia que parece más propio de regentar una barra americana podría ser un problema inicialmente estético. Que tengamos a gentuza en todas partes, en todos los partidos, comportándose como perfectos chulos de barrio tenebroso, es muy triste. Esto lo hay en otros sitios y se combate como procede cuando hay instituciones que funcionan y una sociedad con autoestima que se lo exige. Pero que tengamos al ministro de carcajada de Millán Astray, al juez mitinero, conferenciante y nuevo rico y al jefe de la poli en alegre cambalache antes y después de saber lo que traman es algo que nos debiera dar vergüenza a todos. Y que tengamos a un ministro del Interior que a los delincuentes les parece un indolente y a los demócratas les da terror es ya peligroso. En realidad da miedo todo. Da tanto miedo la ineptitud como la procacidad, la falta de escrúpulos y el desprecio a las consecuencias. Todo este carnaval, que tantos pensaron sería una juerga, nos va a provocar muchas desgracias. Al tiempo.

ABC - Opinión

La Generalitat pagó informes que sus «autores» ni hicieron ni cobraron

El tripartito atribuyó insólitos informes a personas que niegan su autoría

La Fiscalía pide al tripartito catalán datos de los informes encargados a personas afines

Cada día que pasa trascienden nuevas irregularidades en el caso de los informes encargados a dedo por el Gobierno catalán. Según ha podido saber ABC, varias personas que aparecen como autores de los estudios aseguran que la Generalitat no les encomendó dicha tarea. Es más, niegan haber cobrado por esa tarea, pese a que en el listado oficial de informes de 2007 que el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura entregó a CiU y PP aparece su nombre.


Este es el caso de Darío Sirerol, un experto en diseño de olores y sistemas de difusión con más de 15 años de experiencia, a quien el Museo de Arqueología de Cataluña encargó la instalación de una ambientación olorosa en la exposición «El escolapio, el retorno de Dios». Según Sirerol, «cobré 1.392 euros por esa obra el 14 de diciembre de 2007. Pero cuatro meses después, en abril de 2008, el director del Museo me pidió que elaborara un escrito sobre mi trabajo. Lo redacté en castellano y me dijeron que la Generalitat lo traduciría al catalán. Algo más de un folio por el que no cobré nada». Sirerol reta al Ejecutivo a enseñar la factura según la cual él cobró por escribir un par de folios. En el listado facilitado por la Generalitat se hace constar que la Consejería de Cultura pagó esos 1.392, no por la instalación, sino por un estudio técnico.

Pero hay más quejas. El abogado de la Generalitat Santiago Farrés, aparece como autor del estudio «Perspectivas de futuro de los juzgados autonómicos», por el que habría cobrado 800 euros. Sin embargo, el letrado sostiene que el Gobierno catalán no le encargó ningún informe, sino que él recibió esa cantidad por publicar un artículo sobre esa materia en una revista de la Generalitat. El diputado de CiU, Jordi Turull, asegura que al menos cinco personas se han puesto en contacto con él para asegurar que no han recibido ningún encargo. Turull está convencido de que detrás de estos informes hay «contratación de personal encubierta»; es decir, asesores a sueldo que aparecen como autores de informes.

El diputado de CiU, Jordi Turull, asegura que al menos cinco personas se han puesto en contacto con él para asegurar que no han recibido ningún encargo

El análisis de determinados trabajos ha desvelado otras irregularidades. El estudio «Proyecto de desarrollo de la organización y la dirección», encargado por la Consejeria de Innovación, Universidades y Empresa (ERC), fue objeto de varias alteraciones. Fue elaborado por Juan Ignacio Marcos Lekuona, experto en márketing político y ex asesor del PSOE de Córdoba. Lekuona fue objeto de polémica en 2006 cuando el PP denunció que el Consejo Insular de Menorca le había pagado 12.000 euros por un informe vacío de contenido.

Turull asegura que, en noviembre de 2008, consultó una primera versión del texto en castellano en la que se criticaba la gestión «clientelar» de la Generalitat en manos de CiU y se recomendaba cambios en el funcionamiento del departamento. En una segunda versión de 112 páginas habían desaparecido las menciones a ERC. Finalmente, se facilitó una tercera versión de 23 páginas y en catalán, ya sin reproches a CiU.
Nuevas «embajadas»

Asimismo, en la primera versión del informe «Campaña de juguetes no sexistas», se señalaba que «una criatura en nuestro país ve una media de XX XXXXXXX anuncios al día». En una versión final el texto ya incluía una cifra concreta. Todas estas alteraciones coinciden con la investigación abierta por la Fiscalía de Cataluña. Turull ha pedido el amparo del presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, ante la negativa del departamento de Presidencia de facilitarle los informes.
Al derroche que suponen estos estudios externos se unió ayer el anuncio de que la Generalitat recuperará su «embajada» en Marruecos y abrirá otra en Asia en 2010.

ABC

La Generalitat abrirá embajadas en África y Asia

El vicepresidente del Gobierno, Josep-Lluís Carod-Rovira, ha comparado a Catalunya con el Barça hablando de la política exterior de la Generalitat. Después de las críticas del diputado de Ciudadanos, José Domingo a las 'embajadas' catalanas repartidas por el mundo, Carod ha replicado que "todo el mundo hace política exterior, ¿todo el mundo menos el Govern de Catalunya? ¿El Govern de Catalunya no puede, según su criterio, hacer política exterior? El Barça hace política exterior, y ya sabemos que el Barça es más que un club, pero, ¿Catalunya es menos que el Barça? ¿Catalunya no tiene derecho a hacer su política exterior?".

"Usted decía que esto de las delegaciones es un mal negocio, lo que es un mal negocio es que Catalunya se quede cerrada dentro de la misma Catalunya", ha añadido el vicepresidente del Gobierno.

Por otra parte, Carod ha recordado la apertura esta legislatura de delegaciones en París, Londres, Berlín y Nueva York, en cumplimiento de lo que prevén los artículos 192 y 194 del Estatut, y ha anunciado la apertura éste 2009 de delegaciones en Buenos Aires y México y en el 2010 en Asia y África, "en los países que consideramos, por su contexto socioeconómico, cultural y político, más adecuados para las necesidades de Catalunya".

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