lunes, 2 de marzo de 2009

Perded toda esperanza. Por José García Domínguez

Elecciones

«El PSOE regaló en su día el poder al PNV tras haberlo derrotado en votos y volverá a hacerlo cuantas veces haga falta con tal de garantizar el objetivo de perpetuarse en La Moncloa merced a las alianzas estratégicas con los secesionismos periféricos.»

Con el escrutinio oficial a punto de cerrarse, no parece que la prescindible opinión de los vascos vaya a interferir de modo significativo en los resultados de unas elecciones que se deciden en ciertos despachos de Madrid. Contra todo pronóstico, otro será el caso de la Xunta. Gracias a la infinita torpeza de ese par de dos, Touriño y Quintana, el más elemental sentido del pudor civil ha logrado imponerse tanto a la ancestral inercia de los gallegos, como a la voluntad errática de ese doce por ciento del censo integrado por los hijos pródigos de los tataranietos porteños de Breogán, multitudinaria santa compaña transatlántica siempre bajo la sombra del no menos santo pucherazo.


En relación a los eternos inquilinos con derecho a cocina en Ajuria Enea, al PNV siempre le quedará su París particular, el voto de calidad de Ferraz, gran elector en la sombra que invariablemente ha decidido la hegemonía nacionalista en el País Vasco. Nadie fantasee en vano con mayorías constitucionalistas, ni dé pie a ingenuas quimeras patrióticas. El PSOE regaló en su día el poder al PNV tras haberlo derrotado en votos y volverá a hacerlo cuantas veces haga falta con tal de garantizar el objetivo de perpetuarse en La Moncloa merced a las alianzas estratégicas con los secesionismos periféricos. Zapatero no lo dudará ni un segundo: al igual que González, de nuevo entregará todo el poder local a los abertzales. Pierdan toda esperanza quienes, contra toda evidencia, quieren creer lo contrario.

Así, ya con la certeza de que las fuerzas que dieron forma a todos los cordones sanitarios contra el viejo Partido Popular de Aznar y María San Gil han superado holgadamente esos treinta y ocho escaños que les garantizan la impunidad absoluta, sólo resta por esclarecer la dimensión definitiva de la caída de los de Rajoy.

Libertad Digital - Opinión

0 comentarios: