domingo, 28 de septiembre de 2008

Europa Press: Unas 4.000 personas se manifiestan en Barcelona contra la inmersión lingüística en la educación
Unas 4.000 personas, según la Guardia Urbana, y unas 5.000, según la organización, se manifestaron hoy en Barcelona contra el sistema de inmersión lingüística en la educación en Cataluña y para defender el derecho a escolarizar en castellano en las comunidades bilingües.

Libertad Digital: "Han convertido el catalán en el fundamento de la construcción de una nación imaginada"
Miles de personas participaron este domingo en Barcelona en una manifestación a favor del uso del castellano en la escuela. La marcha estuvo encabezada por Albert Rivera y Alicia Sánchez Camacho, pese a que en julio se negó a firmar el Manifiesto en Defensa de la Lengua Común por considerar que el castellano no está discriminado en Cataluña. Arcadi Espada fue el encargado de leer el manifiesto en el que denunció que el gobierno catalán está "vulnerando la ley".

El Mundo: Miles de personas marchan en Barcelona por la libre escolarización en castellano en la escuela
  • Ciutadans, el partido convocante, cifra en 8.000 los asistentes; la Policía, en 4.000
  • 'Menos nación, más educación' y 'Libertad, libertad', han sido las principales proclamas
  • La plana mayor del Partido Popular de Cataluña ha secundado la manifestación
  • Entidades cívicas del País Vasco, Baleares y otras comunidades, también presentes

El País: 4.000 personas marchan contra la inmersión lingüística en Barcelona
Unas 4.000 personas se han manifestado este mediodía en Barcelona en contra la inmersión en catalán en la escuela. El acto estaba convocado por Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, una quincena de organizaciones y en el último momento también se ha sumado el partido popular. Con todo, la manifestación no ha logrado llenar la plaza de Sant Jaume, con un aforo de 6.000 personas según la Guardia Urbana. A la misma hora, cerca de 350.000 personas han seguido en directo un festival de acrobacias aéreas en la zona del Fòrum.

La Razón: Miles de personas participan en Barcelona en la manifestación en defensa del castellano
Miles de personas han participado hoy en Barcelona en una manifestación por el bilingüismo y a favor del uso del castellano en la escuela.

ABC: Miles de personas se manifiestan en Barcelona en defensa del castellano
Unas 4.000 personas, según la Guardia Urbana, y 5.000, según los organizadores, han participado en Barcelona en una manifestación por el bilingüismo y a favor del uso del castellano en la escuela.


Aquí, el mejor reportaje gráfico en «Ciudadanos en la Red»

No es país para perdedores

Las Vegas bate el récord de viviendas recuperadas por los bancos

Cuál es la diferencia entre Wall Street y Las Vegas? Respuesta: que en los casinos no hay regalos para los perdedores. El chiste resume la rabia impotente de la mayoría de la gente consultada en esta meca del juego del azar situada en el corazón de Nevada acerca del polémico plan de ayudas multimillonarias a la banca. "Están sacando las castañas del fuego por sus amiguetes en Wall Street", dice George Smith, jubilado de California, que hace apuestas de caballo en el nuevo casino South Point en medio del zumbido de 2.400 maquinas tragaperras. "El zorro está guardando la casa de las gallinas", añade en referencia al secretario del Tesoro y arquitecto del plan, Henry Paulson, ex presidente del banco Goldman Sachs.

Jake Willie, un afroamericano de 74 años, limpia zapatos en el mismo casino. "¡Si aquellos banqueros perdiesen 1.000 dólares en esta partida - afirma señalando una mesa donde un grupo tira los dados-, luego irían al ayuntamiento para que se les devolviera el dinero!".

Otros jugadores, hipnotizados por máquinas tragaperras con nombres como Bolsillos Profundos o Tesoros Orientales, dicen lo mismo. La reacción tiene consecuencias políticas no sólo porque Nevada - estado republicano en las elecciones del 2000 y 2004- es también objetivo de la campaña de Obama, sino también porque, con cuarenta millones de visitantes al año, Las Vegas es en realidad un microcosmos del país.

Curiosamente, en los casinos de Las Vegas se ejerce una disciplina financiera desconocida en Wall Street. "La gente juega con sus ahorros, no con los créditos; sabe exactamente cuánto va a perder", explica Steve Frishman, funcionario del estado de Nevada.

No ocurre lo mismo en el mercado de la vivienda. En el mar de chalets que se extiende por el desierto de Mojave se engendró la gran crisis que ahora sitúa el sistema financiero al borde del abismo. Bancos locales como el Silver State, que quebró este verano, financiaban la construcción de decenas de miles de nuevas viviendas en una ciudad cuya población crecía a ritmos del 5% al año. Para venderlas hacía falta ofrecer hipotecas atractivas - a más del 100% del valor de la vivienda- con tipos de interés muy bajos, al menos, durante el primer año.

Todo ello posible gracias a la nueva alquimia de Wall Street, con bancos que compraban la deuda hipotecaria para convertirla en instrumentos de alto rendimiento en el mercado global. Llegaron inversores de California que compraban tres o cuatro casas y hacían una compraventa relámpago para así rentabilizar unos precios que llegaron a subir hasta un 50% en el año 2005.

Ahora, tras caídas de precios de la misma cuantía desde el 2006, sólo hace falta alejarse un kilómetro de la fantasía temática del centro de Las Vegas para adentrarse velozmente en un mundo de sueños rotos, de casas vacías con carteles que rezan "Foreclosure:propiedad del banco".

Hay más retornos de viviendas per cápita en Las Vegas que en ninguna otra ciudad de EE. UU. Los bancos han iniciado la toma de posesión de casi 40.000 casas en el primer semestre de este año; según Realtytrac. com, el 140% más que el año anterior. En cada calle de 30 viviendas, una ya pertenece al banco. Y ya no se trata sólo de los bungalows grises de los barrios pobres. Ahora se embargan también las llamadas McMansion (viviendas enormes pero estandarizadas, como las cadenas de comida rápida) en urbanizaciones valladas cercanas al campo de golf en Sumerlin y Anthem: 87 de las viviendas que han quedado en posesión del banco en el 2008 son inmuebles comprados por más de un millón de dólares. "Compraron esas casas y ahora quieren subvenciones. Pero yo digo: si yo mantuve limpia mi casa, ¿dónde está mi parte?", dice Ralph McCracken, trabajador del sindicato de camioneros en Las Vegas.

Poco después del pinchazo de la burbuja de la vivienda, llegó el año pasado el parón de la construcción de casinos hoteles. "Wall Street de repente dejó de llamar a la puerta de los casinos con sus créditos irresistibles", dice Keith Schwer, economista de la Universidad de Nevada. Boyd Holdings ha tenido que paralizar la construcción del hotel casino Echelon con 3.000 habitaciones. En esta ciudad, que depende de la hostelería y el juego en el 60% de sus ingresos, el paro ya asciende al 7%, un punto más de la media de Estados Unidos. Y Nevada arroja un déficit público por valor de 1.000 millones de dólares. Ya se preparan recortes draconianos en la enseñanza: "Claro, si el Gobierno federal puede subvencionar a los bancos, ¿por qué no pedimos algo para la universidad?", ironiza Schwer.

La Vanguardia

Aplausos. Por Jon Juaristi

PERSONALMENTE, no me hace ni pizca de gracia que mi destino esté en mala parte determinado por la pandilla que, el martes pasado, aplaudió, en la Asamblea General de la ONU, la soflama antisemita del presidente de la República Islámica de Irán, Mahmoud Ahmedineyah. Hace tiempo que las Naciones Unidas huelen a podrido y me temo que, antes temprano que tarde, habrá que plantearse que lo que de verdad nos hace falta es una Organización de Naciones Democráticas bien sostenida por una alianza militar armada de misiles hasta los dientes, porque, de lo contrario, adiós la primavera. El jueves, oí a don Santiago Carrillo felicitarse por el nuevo rumbo que habría tomado la ONU, esta semana, sacudiéndose de encima la hegemonía de los Estados Unidos y de sus aliados. Si esa alegría de Carrillo se debe, como sospecho, al efecto del discurso de Ahmedineyah, hay que empezar a preocuparse, aunque también es cierto que, en su día, le encantó también a don Santiago aquella intervención del Che ante la Asamblea General de la ONU, en la que el famoso guerrillero dijo lo de «hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando», anunciando así el programa de festejos de la Revolución Cubana para los años siguientes. O sea, que lo del nuevo rumbo de las Naciones Unidas no es tan nuevo, y que ya hace medio siglo que unos cuantos países se pasan la carta fundacional por salva sea la parte. Y no me refiero a los Estados Unidos, por si hubiera dudas.

Habrá quien recuerde que la ONU, al aprobar la partición de Palestina, tuvo un papel determinante, hace sesenta años, en el surgimiento del Estado de Israel. Es cierto, efectivamente. Como ahora es cierto que la Asamblea General aplaude la condena retrospectiva por Ahmedineyah de aquella decisión mayoritaria que tomaron los países miembros en 1948. Y no lo hace sólo por antisemitismo (que también), sino, fundamentalmente, por antiamericanismo. La ONU se nos ha convertido en un conglomerado antioccidental, cuyo resentimiento aprovecha la judeofobia islamista -o yihadista, según traduce con rigor Pierre André Taguieff en su más reciente ensayo- como la caja de resonancia más eficaz para globalizar su paranoia.

Ahmedineyah, en apenas cinco minutos, ha establecido el canon de dicha judeofobia: el más grave problema mundial, según el presidente iraní, es el sionismo, que no se reduce a la existencia del Estado de Israel, sino a la presencia, en los países occidentales, de influyentes minorías sionistas que determinan la política internacional de sus respectivos Estados. Apunta, como ya lo hiciera Hitler, al conjunto de los judíos. No es algo insólito en la estrategia del islamismo iraní, que sostiene el terrorismo de Hizbolá y que, desde 1979, ha promovido atentados antisemitas donde le ha sido posible hacerlo, en Israel o en Argentina, porque, para el islamismo, todos los judíos del mundo son culpables y deben ser exterminados. Lo nuevo es que la ONU aplauda.

Y aplaude, porque el yihadismo ha conseguido atraer a su esfera de influencia al antiamericanismo y al antisionismo, rasgos comunes a la izquierda europea, a los populismos latinoamericanos de los Chávez y Morales, a los regímenes autoritarios del área ex soviética y a una alarmante cantidad de satrapías nacionalistas y tribales con representación injustificable en la Asamblea General de la ONU. El júbilo de Carrillo iba por ahí, y no es atribuible a chochez. Esta misma semana, en la edición andaluza de un diario de gran tirada (y no digo más), una gloria literaria, catedrático de universidad, condicionaba su apoyo a los colegas hebraístas, que protestan ante la inminente desaparición de su especialidad en los planes de estudio, a que éstos condenen públicamente al Estado de Israel, lo que es del mismo género estúpido y antisemita que la negativa del BNG a reconocer el Holocausto, pero va un paso por delante, al incluir en el objeto de la judeofobia a los profesores de lengua y literatura hebrea. En fin, que la paranoia crece, pierde la vergüenza y se hace aplauso ruidoso a cuarenta manzanas de la Zona Cero.

ABC - Opinión