sábado, 8 de noviembre de 2008

La Generalitat estrena un ciberjuego que castiga por hablar en castellano

Barcelona- «María deja el coche sobre la acera para ir a recoger un paquete. Ve que un guardia urbano le está poniendo una multa. Corre hacia él y le dice: «Señor agente, sólo ha sido un momento». El urbano le contesta, en catalán, que no le va a retirar la multa porque ha infringido la ley. ¿Quién no se ha puesto las pilas? Hay tres opciones: El agente, que podría haber sido más indulgente; María, porque se dirige al guardia urbano en castellano y el inventor del código de circulación. La respuesta correcta, según la Generalitat, es la segunda. Esta situación es una de las pruebas que plantea «Diverllengua», un juego «on line» de preguntas sobre situaciones que los catalanohablantes se encuentran en su día a día. Se describen situaciones como las de María, que «mete la pata» por dirigirse a la autoridad en castellano, o Joan, que cambia al castellano cuando habla con su mecánico, después de comprobar que éste tiene un catalán «macarrónico». El juego, que la Generalitat ha estrenado esta semana con motivo del Año Internacional de las Lenguas, es obra de Vicepresidencia, consejería que dirige Josep Lluís Carod Rovira. Aunque hay cuestiones interesantes como que por cada persona que habla esloveno, tres hablan catalán, otras tratan de aleccionar sobre que en Cataluña sólo vale hablar catalán. Entre otras cosas, recuerda que los SMS «se pueden escribir en catalán» y que a los niños inmigrantes hay que hablarles en catalán porque lo aprenden en la escuela. El jueguecito es una medida más de la Generalitat, que sancionó a 83 comercios en 2007 por no rotular en catalán. En este sentido, Carod defendió que el comercio en Cataluña no puede ofrecer un servicio de calidad sin usar el catalán, que es «un valor añadido».

La Razón

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