jueves, 21 de febrero de 2008

Los "orcofachones"

Me permito acuñar este nombre así, con premio y todo, para definir a esta turba de sectarios porque además de fascistas, que lo son, tienen pinta, y muchos lo consiguen "cum laude", de ser más guarros que los orcos de Tolkien.

Estos sectarios están plenamente identificados pues se integran en diferentes grupúsculos, contactados habitualmente con Jarrai y otras organizaciones etasuneras. Basta teclear en Google "Izquierda Castellana", "Coordinadora Antifascista", etc. para acceder a la falsa ideología de estos descerebrados pues, tras un mínimo análisis, se observa que sólo consiste en un barroco armazón de estética nazi-revolucionaria-punk-okupa, ausente de cualquier atisbo de materia gris en su interior. Son el culmen del refrán "dime de qué presumes y te diré lo que te falta".


Lo más lamentable es la cobardía institucional, tras la que se parapetan aquellos que deberían abanderar la erradicación de los actos de estos orcofachones de los centros de cultura, diálogo y enaltecimiento de la inteligencia y el esfuerzo que deberían ser nuestros centros universitarios. Me refiero a los rectores y decanos, cómplices al permitir que en sus centros se cuelguen delictivas pancartas intimidatorias, cuando no directamente amenazantes contra personas que simplemente van a tratar de ejercer su derecho a la libre opinión.

El tal Carlos Berzosa, rector de la Complutense, miembro, cómo no, de PAZ (Plataforma de Apoyo a Zapatero), sin duda defensor del cordón sanitario en torno al PP, debería al menos aplicar el necesario cordón higiénico alrededor de las actividades de estos grupúsculos de noefascistas, en prevención de un posible contagio de su mugre física e ideológica al resto del estudiantado. Por el contrario, el rector se niega a abrir expediente informativo sobre los hechos, como hiciera, en su momento, la Gestapo ante las denuncias de los judíos por los ataques a sus personas y comercios por parte de las Juventudes Hitlerianas, al principio del la era nazi, cuando aún no habían visto la luz las deportaciones masivas.

Una cosa tengo muy clara María San Gil, Dolors Nadal y Rosa Díez, simplemente acudiendo a dar sus conferencias, consiguieran o no darlas, han hecho más por la libertad de expresión que Carlos Berzosa en toda su vida académica.

Para las tres, y especialmente para mi querida Rosa, toda mi solidaridad.

Juan Espino
Regeneración Democrática

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece que este texto era demasiado contundente, y lo han eliminado.

Anónimo dijo...

Es la película que hemos vivido en C's, primero el engaño, luego la censura y finalmente la expulsión.

Sectarismo en estado puro, después de haber cogido a gente como mano de obra, sus ilusiones, sus esfuerzos y sus trabajos, son robados impunemente...se piensan, porque en la realidad las van a pagar todas juntas. Prometido por la ciudadanía española.