jueves, 4 de octubre de 2007

La Generalidad pretende exigir pruebas de catalán para entrar a sus universidades

Un idioma tendría que ser un instrumento de cultura, pero convirtiéndolo en instrumento de represión y en piedra arrojadiza consiguen que la gente lo deteste. En Barcelona, muchos miles de ciudadanos viven de los ingresos que les proporcionan los estudiantes internacionales, que acabarán por dejar de venir a este pozo de miseria catalanista en que pretenden convertir nuestras vidas. Ese es el problema de las dictaduras, que destruyen a los demás, hasta que son destruidas.

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La Generalidad de Cataluña tiene previsto aprobar mañana que sus universidades puedan poner "pruebas de catalán y castellano para que los alumnos que no proceden del distrito universitario catalán acrediten un nivel en ambos idiomas", según anunció la comisionada de Universidades, Blanca Palmada. El Ministerio de Educación asegura que no se puede poner esta prueba a los alumnos de otras comunidades autónomas. Sólo existe esta opción para los alumnos procedentes de otros países de la UE, como ha hecho Extremadura y Andalucía, que entran sin Selectividad.

La medida se planteará en el seno del organismo de la Generalidad que reúne al Gobierno y a los rectores catalanes. Si se aprueba, las universidades podrán poner las pruebas de idioma "antes de la entrada del alumno o después; ellas deberán elegir", dijo la comisionada de Universidades, Blanca Palmada. Ésta afirmó que el objetivo es que las pruebas en castellano y catalán se apliquen a partir del curso próximo. Palmada recalcó, además, que

"Andalucía ya ha decidido poner una prueba de castellano", aunque en este caso se aplicará sólo a los alumnos extranjeros.

"No se puede condicionar" el acceso a las universidades catalanas de alumnos de otras comunidades, aseguró ayer un portavoz del Ministerio de Educación, aunque aseguró que el Gobierno desconocía la propuesta catalana. "Un alumno que aprueba la Selectividad en Barcelona puede matricularse sin más en Sevilla, y viceversa", continuó.

El detonante de la medida de la Generalidad es la avalancha de estudiantes extranjeros hacia las cuatro facultades de Medicina catalanas. Sus cuatro decanos de las facultades: Teresa Estrach, de la UB; Joaquim Coll, de la UAB; Montserrat Giralt, de la URV; y Joan Ribera, de Lleida critican una norma aprobada en junio por el Gobierno central que establece que los alumnos del resto de la UE y de Suiza podrán "acceder a las universidades españolas con la nota del centro de procedencia", sin necesidad de realizar las pruebas de Selectividad.

Las universidades pueden establecer unas pruebas de idioma que esos alumnos europeos tienen que superar antes de ser admitidos. Así lo han establecido Andalucía, informa Pilar Choza, y Extremadura, pero la Generalidad catalana ha aprovechado esta normativa para extenderlo a los alumnos de otras comunidades autónomas, algo que, según el ministerio, es ilegal.

Los decanos catalanes recuerdan que los estudiantes ven reducida su nota en un punto de promedio tras realizar la Selectividad y se declaran a favor de la movilidad de los estudiantes, pero recalcan que los estudiantes que hacen Selectividad no son "evaluados de la misma manera" en todas las comunidades autónomas. Se refieren a otras autonomías que tienen un porcentaje de aprobados mucho mayor que en Cataluña. En esta comunidad, el 53,89% de los alumnos de primero de Medicina son nacidos o residentes en Cataluña. El curso pasado fueron el 61,68%. La Universidad Rovira i Virgili de Tarragona tiene el porcentaje más bajo de alumnos residentes o nacidos en Cataluña: el 32,77%.
Alumnos de la UE

Los alumnos que proceden de otros países de la UE pueden entrar desde este año a una universidad española sin hacer Selectividad. La Universidad a distancia (UNED) calcula el equivalente español de la nota que obtuvieron en su país de origen (selectividad, reválida o la media de bachillerato, según cada normativa) y con ella el alumno entra en la carrera que elija, si le alcanza. Ponerle a estos alumnos una prueba de idioma para entrar a la universidad es perfectamente legal, según el ministerio, pero puede chocar con el espíritu del espacio común europeo de universidades, que busca precisamente fomentar la movilidad. La Generalidad ha justificado esta medida con el argumento de proteger a los alumnos catalanes que quieren cursar carreras con mucha demanda, como Medicina.

Aunque la ley de educación dice que las universidades tendrán que admitir a los alumnos de la UE que "cumplan los requisitos académicos exigidos en sus sistemas educativos" -lo que con toda seguridad no incluye una prueba de español ni de catalán-, el Ministerio de Educación no encuentra ninguna contradicción con la exigencia de esta prueba de idioma. "Es plenamente coherente con la ley; tenemos que asegurarnos de la idoneidad del alumno", es decir, que tenga un nivel de idioma suficiente para aprovechar las clases, añade el mismo portavoz.

El País