domingo, 3 de junio de 2007

El número dos de Ciutadans carga contra Rivera

Antonio Robles culpa del fracaso electoral al presidente del partido y a la alcaldable de BCN

Quién dice que no hay crisis en Ciutadans? Antonio Robles, secretario general del Partido de la Ciudadanía, ha expresado públicamente su discrepancia más absoluta con el análisis de los resultados de las elecciones municipales trazado por el presidente de la formación, Albert Rivera. En las antípodas de la interpretación optimista formulada por Rivera al día siguiente de las elecciones, el secretario general proclama la necesidad de ser "decentes" y "reconocer el fracaso electoral del fenómeno Ciudadanos" en los comicios del 27 de mayo.

Robles, que se sitúa en la "izquierda liberal" del partido, ha entonado este mea culpa en su colaboración semanal en el diario electrónico Libertad digital, vinculado a Federico Jiménez Losantos. Bajo el título El fracaso del éxito de Ciudadanos, el número dos del partido carga a fondo contra el planteamiento de la campaña electoral y lamenta que esta haya sido "muy poco municipalista, presidencialista, sin nervio ni mordiente".
Tampoco Esperanza García, la candidata por Barcelona, sale bien librada de las críticas de Robles: "Guapa, joven, sonriente, tan alejada del ambiente sociológico del cinturón industrial de Barcelona como cercana a la estética difamada del PP que la prensa nacionalista trata de imponernos para impedir que el desencanto socialista recale en nuestras filas".
Robles, al igual que Rivera, siempre ha negado la existencia de problemas en el partido. Puestos a negar, en su momento negó su muy constatada y luego retirada dimisión como secretario general. Sin embargo, en su artículo reconoce la existencia de una crisis interna y habla de "una militancia desorientada por desavenencias internas propias de lo que nace y aún no es".

LOS SUEÑOS Y LA REALIDAD

Denuncia también "filtraciones; sabotajes de propios y extraños amparados por la libertad de expresión sin reglas y errores de quienes colaboramos indirectamente a facilitarles coartadas". Durante la campaña, Rivera auguró que Ciutadans obtendría unos 30 concejales. Al final fueron 13, cinco de los cuales en un mismo ayuntamiento, el de la población de Gimenells i el Pla de la Font (Segrià), gracias al trasvase del PP a Ciutadans del alcalde. Este había cortado su relación con los conservadores que capitanea Josep Piqué por diversas discrepancias en la gestión.
En la parte final de su artículo, Robles se encarga de volver a pasar factura al presidente del partido y posible rival suyo en el próximo congreso que se celebrará a finales de este mes: "Es menester precisar que la realidad de los datos desmiente las expectativas frustradas de los que soñaron más de lo debido", comenta. Y deja para "una ocasión venidera" dar cuenta de por qué Ciutadans no estuvo "a la altura de esos sueños".


El Periódico, 03-06-2007

Tres facciones de Ciutadans inician la pugna por el control del partido a un mes de su congreso

Tres facciones internas en Ciutadans - Partido de la Ciudadanía (C's) han iniciado ya, a un mes del congreso de esta formación, su pugna particular por hacerse con el control del partido y copar los puestos de la futura ejecutiva.

Un año después de su congreso fundacional, C's celebrará los días 30 de junio y 1 de julio su segundo congreso, en el que se renovarán los órganos de dirección y las distintas corrientes internas del partido medirán sus fuerzas, según han explicado a Efe diversos dirigentes de la formación.

Por un lado, el sector agrupado en torno al presidente de C's, Albert Rivera, espera consolidar sus posiciones de poder, pese a haber quedado algo tocado tras el fracaso en las últimas elecciones municipales de la candidata por Barcelona, Esperanza García, persona de confianza de Rivera, o de la 'alcaldable' por Cerdanyola, María Valle, que tampoco ha logrado representación en el municipio donde Ciutadans obtuvo los mejores resultados en los comicios catalanes.

En abierta disputa con Rivera por el mando del partido, el entorno del secretario general de C's, Antonio Robles, también luchará por hacer valer sus posiciones en el congreso del 30 de junio y 1 de julio. Precisamente Robles, quien anunció en abril su dimisión para después de las elecciones municipales y se desdijo posteriormente, continuará en su cargo al menos hasta el congreso del partido previsto para finales de junio.

Robles, promotor del partido Iniciativa No Nacionalista (INN) que se acabó integrando en C's, y el secretario de organización, el ex socialista Miguel Salmerón, lideran el sector más partidario de escorar explícitamente el partido hacia posiciones de centroizquierda y competir con el PSC por un espacio similar.

La tercera corriente interna que tratará de hacerse un hueco en la ejecutiva la integran los liberales, contrarios a encasillar el partido estrictamente en la izquierda, que cuentan con una presencia significativa en el consejo general de Ciutadans -máximo órgano entre congresos- y cuyos planteamientos tienen eco en la asociación Ciutadans de Catalunya, que agrupa a los intelectuales que apoyan externamente al proyecto político.

Además, la campaña de las elecciones municipales ha abierto la caja de los truenos dentro del partido, al surgir grupos críticos en determinadas agrupaciones de C's, como Cerdanyola, Sevilla o Madrid, cuyas denuncias contra la dirección han provocado en algunos casos la apertura de expedientes disciplinarios y la suspensión cautelar de militancia.

Robles continúa

Fuentes de la dirección de C's han explicado que en la reunión de ayer de la ejecutiva del partido, en la que se analizaron los resultados electorales, Robles confirmó su voluntad de seguir en el cargo y dio por zanjado su amago de dimisión de hace dos meses, cuando se sintió "desautorizado" por el presidente de la formación, Albert Rivera.

El detonante que le llevó a anunciar entonces su dimisión fue que, poco antes, Robles había destituido al gerente del partido, una persona de confianza de Rivera, quien revocó la decisión y restituyó al gerente sus funciones en el partido.

Robles remitió a Rivera una carta fechada el 4 de abril en la que anunciaba su dimisión, aunque aplazaba hacerla efectiva hasta el día después de las elecciones locales. "Hasta aquí hemos llegado, amigo Albert -empezaba el escrito de Robles-. Es curioso que la primera vez que impones autoridad, lo hagas para desautorizar al secretario general en la única decisión que ha tomado por sí mismo y sin tu aprobación".

Sin embargo, días después, Rivera y el grueso de la ejecutiva le convencieron para que reconsiderara su decisión de dejar el cargo.

En plena campaña electoral, Robles tuvo que comparecer en rueda de prensa junto a Rivera para desmentir su dimisión, aunque admitió que abandonar la secretaría general es una de las posibilidades que baraja de cara a un futuro cercano, para poder dedicarse plenamente a sus funciones de diputado en el Parlament.

Anteriormente, en los meses de enero y febrero, Robles había tenido que afrontar dos mociones de censura internas, que logró sortear, en sendas reuniones del consejo general de la formación.

La Vanguardia, 29-05-2007