lunes, 2 de julio de 2007

La asamblea de Ciutadans reelige a Rivera presidente tras una reñida votación

El sector crítico de Bouza-Brey se queda fuera de la Ejecutiva del partido no nacionalista

BARCELONA.- Los 481 delegados de Ciutadans deambularon entre expectantes y hastiados por los pasillos del hotel Hesperia de L'Hospitalet durante toda la tarde de ayer a la espera de que un interminable recuento de votos les diese el nombre de su nuevo presidente.

Cuatro horas después, Albert Rivera resulto reelegido líder del partido, junto al resto de su candidatura. Rivera y los 19 delegados que le acompañaban en la lista ocuparán las 20 plazas de la Ejecutiva de la formación no nacionalista. Una Ejecutiva en la que no ha tenido cabida ninguno de los miembros del sector crítico, pese a que, al final, se impuso el sistema de listas abiertas para emitir los sufragios.

«Ahora sí me veo capaz de poder tirar adelante con esto», aseguró Rivera ante la asamblea del partido tras conocerse el resultado y mientras un buen número de congresistas, que no ocultaban su enfado, abandonaba la sala.

Rivera, que consiguió un 54% de los votos emitidos (224), derrotó a su principal rival, el profesor de Ciencia Política, Luis Bouza-Brey, que logró 168 apoyos, el 40%. La votación fue tan reñida como lo ha sido este segundo Congreso de Ciutadans, que concluyó anoche.

Los partidarios de Bouza-Brey ganaron algunas batallas. Consiguieron que los informes de finanzas, gestión de la Ejecutiva y del Consejo General fuesen reprobados. También logró dar un vuelco de última hora a la decisión de la ponencia de estatutos para que la elección de la dirección se hiciese a través de listas cerradas.

Listas abiertas

Rivera era partidario de este tipo de listas y la ponencia secundó su propuesta el sábado por la noche. Pero la decisión fue muy ajustada y se dejó la decisión al plenario que, en su reunión del domingo por la mañana, se decantó por las listas abiertas.

En principio, esta opción jugaba a favor de la candidatura de Bouza-Brey quien, aún en el caso de no alzarse con la victoria, podría haber colocado a alguno de los miembros de su candidatura en la Ejecutiva de Rivera.

Sin embargo, el sistema permitió que cada uno de los congresistas votase a 20 candidatos, y no a 15 como ocurría con los antiguos estatutos, lo que provocó que la lista de Rivera se impusiese al completo.

Para el reelegido presidente de Ciutadans, el tener una Ejecutiva cohesionada es un logro que le permitirá trabajar con mucha «más tranquilidad» y dejar atrás los problemas del pasado, provocados, en su opinión, por la existencia de una dirección dividida y poco cohesionada que era incapaz de hacer equipo.

Rivera atribuye a estas mismas divisiones el hecho de que los informes de gestión fuesen reprobados en la jornada del sábado del Congreso. «Yo mismo hice autocrítica al presentar el informe», explicó y se mostró partidario de iniciar una nueva etapa sin divisiones entre los miembros de la dirección.

Bouza-Brey -cuya candidatura respaldan algunos de los intelectuales promotores de Ciutadans como Arcadi Espada, Teresa Giménez Barbat, Xavier Pericay y Albert Boadella- aseguró ayer que no se marchará del partido y que se dará un tiempo para ver como funciona la nueva cúpula directiva antes de tomar una decisión definitiva.

Sin embargo, entre sus partidarios reinaba anoche el descontento. Algunos afirmaban que se darán de baja hoy mismo y calculaban que Ciutadans perderá más de 600 afiliados en un par de días. También daban por hecho que «todo el sector liberal dejará el partido».

«Éste es el principio del fin de Ciutadans», decía uno de los miembros del sector derrotado, mientras otro acusaba a Rivera de querer «crear un partido como el de Chávez a la catalana». Los críticos no descartaban poner en marcha un nuevo proyecto político.

LEONOR MAYOR
El Mundo, 02-07-2007

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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